La falta de mano de obra en numerosos tajos de municipios de Sierra Morena y de las Sierras Subbéticas está marcando el comienzo de la nueva campaña de recogida de la aceituna. Mientras que en zonas de la Campiña se está recolectando a un ritmo ágil tras el retraso que se ha producido en la maduración de la aceituna y por las lluvias del pasado mes de noviembre, en municipios como Adamuz, Pozoblanco, Carcabuey u Obejo, entre otros, están existiendo dificultades porque las cuadrillas que se están formando son menores que otros años o porque trabajadores que estaban participando en la cosecha optan por marcharse a otras explotaciones más llanas que requieren un menor esfuerzo físico. «Está comenzando a haber problemas generalizados en la provincia porque cada vez hay más olivar y menos trabajadores», señala Rafael Sánchez de Puerta, presidente de Cooperativas Agroalimentarias en Córdoba. «Hay que retomar los contingentes organizados para evitar que aumente el problema», añade. El presidente de la cooperativa Nuestra Madre del Sol, Francisco Terán, indica que en una campaña normal como ésta suelen entrar entre 700.000 y 900.000 kilos de aceituna al día en diciembre, mientras que este año no están pasando de 500.000 kilos. «Hay muchos cooperativistas que no han empezado porque falta de mano de obra y otros están a la mitad de trabajadores. A estas alturas deberíamos estar a pleno rendimiento», explica Terán, que lamenta que no se aprobara por el Gobierno un contingente de trabajadores. «El contingente era necesario, pero no lo han permitido», añade. Terán considera que será difícil que se quede aceituna sin coger por falta de mano de obra, aunque sí prevé que se caiga al suelo por el retraso en la recogida, se incrementen los costes y baje la calidad del aceite de oliva. En esta campaña, la cooperativa adamuceña, que es una de las que producen más aceite de oliva en Córdoba, prevé una recogida de entre 30.000 y 34.000 toneladas de aceituna. El problema también es importante en Los Pedroches. El presidente de la Olivarera de Los Pedroches (Olipe), Juan Antonio Caballero, insiste en la demanda de mano de obra. «No tenemos trabajadores para recoger la aceituna y seguro que se quedará aceituna sin coger», señala. Además, advierte de que como lleguen las lluvias o el aire la aceituna se caerá y la situación se complicará más. «Es necesario aprobar un contingente. Hay que hacer una reflexión, porque hay trabajadores en el paro y a nosotros nos faltan trabajadores», añade.

OTRAS ZONAS / Javier Alcalá de la Moneda, miembro del consejo rector de la cooperativa Nuestra Señora de Guadalupe de Baena y presidente de la denominación de origen Baena considera que la falta de mano de obra se produce por varios motivos, no solo en la Sierra, pues en términos como Baena está habiendo problemas para completar las cuadrillas. «La construcción está volviendo a absorber mano de obra y muchas personas que estaban otros años en la aceituna han optado por la hostelería y se han marchado a las Islas Baleares y no regresan», explica. Alcalá, que también defiende la necesidad de un contingente de trabajadores extranjeros, considera que el sector agrario está perdiendo trabajadores y en labores como la aceituna es donde aparece más este fenómeno. «En cuanto hay un sector que absorbe mano de obra, los trabajadores del campo dejan esta actividad», añade. Por su parte, el presidente de Almazaras de la Subbética y de la denominación de origen de Priego, Francisco Serrano, también asegura que en esta comarca están teniendo problemas para recoger la aceituna por la falta de jornaleros.

Miguel Cobos, secretario general de UPA en Córdoba, advierte de que existe «un problema» que «aún es mayor en la Sierra». «No comprendemos muy bien cómo habiendo demandantes de empleo en las oficinas del SAE no hay mano de obra en los pueblos para la recolección de la aceituna», señala. Por eso, recuerda que las organizaciones agrarias y las cooperativas demandaron que este año se autorizase un contingente de trabajadores de Ucrania. «Nos dijeron que hay mucho desempleo en la provincia y no se podía autorizar. Pero nos faltan trabajadores para la aceituna», añade. El problema lo vincula también a la marcha de trabajadores de las zonas rurales a otros lugares y a otros sectores con empleos más estables, como la construcción y la hostelería. «Cuando consigues cuadrillas de 7 u 8 trabajadores, cuando llevan un tiempo, y ven la dificultad de trabajar con pendientes superiores al 15% en la Sierra, prefieren irse a otras zonas más llanas», puntualiza.