Virginia Bolten, feminista uruguaya impulsora de la primera manifestación del 1 de mayo; Camile Claudel, escultora francesa; Berthe Morisot, pintora impresionista; Dorothy Azner, única directora de cine en el Hollywood de los años 30; Lois Weber, primera directora de un largometraje; las cerilleras londinenses impulsoras de la primera huelga femenina de la historia. Son algunos de los nombres e historias que fueron, pero no están en el lugar que merecen en la historia, mujeres que la exposición itinerante Memorables, insignes e Intrépidas. 1870-1931 rescata estos días del olvido en el Rectorado (hasta el 12 de febrero). Una iniciativa de la Cátedra Leonor de Guzmán, patrocinada por el Ayuntamiento, que recorrerá en los próximos meses varias facultades, entre ellas, la de Ciencias y la de Filosofía y Letras.

Según María Rosal, directora de la cátedra, se trata de una iniciativa que aporta un importante material didáctico y educativo para comprender el grado de implicación de las mujeres en los hechos ocurridos entre 1870 y 1931 en defensa de la libertad, el derecho y la justicia. La exposición pretende sacar a la luz la lucha poco o nada conocida de mujeres «que han reclamado a lo largo del planeta la educación, el sufragio y la equiparación salarial».

Elena Simón, comisaria de la muestra, explicó que entre 1870 y 1931 se produjeron avances que marcaron «un antes y un después», un salto hacia adelante definitivo «del no al sí, de las prohibiciones a las oportunidades para las mujeres en derechos laborales, cívicos y en todo lo relacionado con la participación ciudadana».

Simón subrayó la importancia que tuvieron determinados cambios en las costumbres para visibilizar ese antes y después. «En esos años se pasó del corsé al sujetador, del sombrero al sinsombrero, de las faldas largas a las cortas, se dijo adiós al miriñaque, en Francia surgió el corte de pelo a lo garçon, las mujeres ocuparon las canchas deportivas, se pusieron al volante de automóviles y empezamos a ser visibles», explicó. También fue en esos años cuando se empieza a utilizar el término feminismo para hablar de un movimiento que reclamaba igualdad de derechos y alzaba la voz en favor del sufragio femenino. La exposición recoge cómo la demanda sufragista supuso acciones que incluyeron «huelgas de hambre, ataques a comercios o resistencia a la autoridad para llamar la atención de la opinión pública», y explica que durante años no contó con respaldo de los partidos políticos de ningún signo.

La presidenta de la Junta, Susana Díaz; la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, y el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, entre otras autoridades, acudieron a la inauguración poco antes de la presentación del Plan Estratégico para la Agroindustria de Andalucía, acompañadas por la comisaria, Elena Simón.