Este fin de semana pasará a la historia por la muerte del futbolista utrerano de 35 años José Antonio Reyes, exjugador del Córdoba CF en otra época que falleció en un accidente de tráfico al salirse su coche de la calzada e incendiarse el vehículo en el que viajaba. La muerte de Reyes, un personaje famoso y muy querido en Sevilla, ha convulsionado la actualidad aunque no ha sido la única víctima mortal que se ha llevado por delante la carretera. A su lado, viajaba su primo Jonathan Reyes, que también ha perecido en el mismo accidente. La del futbolista y su primo fueron las primeras de una serie de muertes encadenadas en las que el exceso de velocidad y los despistes al volante han sido los elementos desencadenantes.

Una de las pérdidas más difíciles de asimilar ha sido la de una menor de 16 años natural de Puente Genil, que falleció el sábado por la noche cuando viajaba en un coche junto a otros cuatro jóvenes que colisionó frontalmente con otro vehículo en la A-8325 (Sevilla). El conductor, un vecino de Casariche de 18 años, moría igual que ella en el acto mientras los otros tres ocupantes del vehículo eran trasladados al hospital Virgen del Rocío, dos de ellos en estado grave.

La localidad de Baena ha sido también escenario este domingo de un trágico accidente mortal en la N-432, donde perdieron la vida un matrimonio sueco de mediana edad y resultaba herido un vecino de Alcaudete que había trabajado en Córdoba durante la Feria y regresaba a casa. Triste final ante el que solo cabe investigar las causas y tomar nota para el futuro. DEP.