Domingo por la mañana, buen tiempo (ni frío ni calor), buena hora (no hizo falta un madrugón) y las calles de Córdoba se inundaron de bicicletas. Todos esos vehículos de dos ruedas que ocupan trasteros sin tanto uso como sería deseable, salieron ayer en tropel para celebrar un año más la Fiesta de la Bicicleta. Más de 8.000 ciclistas de todas las edades, una cifra ligeramente superior a la del año pasado, pedalearon durante hora y media por el centro de la ciudad en lo que constituye ya una fiesta familiar en toda regla. Y que tiemble el día de los peroles de San Rafael. Para veteranos como Nicolas, padre joven de dos hijos de 5 y 3 años, era la tercera vez. «En casa, somos usuarios habituales de bici y a los niños les encanta, así que no faltamos cada año», explicó convencido. A su espalda, la pequeña se tomaba un zumo mientras el mayor presumía de ir solo por primera vez con su bici nueva, aún con los patines de ayuda. «Vamos a intentar hacer el recorrido completo», indicó Nicolás, «pero si no puede, nos retiraremos antes, es aún muy pequeño». En fiestas como esta, lo importante es participar.

Para Inma y los suyos la de ayer fue su primera Fiesta de la Bicicleta. «Vengo con los niños, los amigos del cole y sus padres y me parece una idea fantástica, Córdoba es una ciudad ideal para transitarla en bicicleta y es una lástima que haya tanto tráfico de coches. Yo, de hecho, cuando me mudé aquí vendí el mío», asegura, «voy al trabajo y a los recados en bicicleta».

Los que circulan por Córdoba en bici con niños tienen una especial convicción en las ventajas de este transporte, aunque señalan que hay cosas por mejorar. «El carril bici debería completarse en los tramos que se corta lo antes posible para que se use más», señalan, «y los bordillos deberían ser más bajitos para que los pequeños puedan subirlos porque algunos son imposibles». Ambos temas están pendientes de que se retome el Plan de Bicicletas que hace unos años impulsó IU cuando estuvo al frente de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía y que se paralizó cuando la alianza entre PSOE e IU se rompió. De momento, el plan de infraestructuras andaluz no prevé inversiones para bicicletas. Junto a las familias, se vieron corredores solitarios como José, de 55 años. «Mi familia no es muy de ir en bicicleta, pero a mí me gusta y ya es la segunda vez que vengo», comentó justo antes de tomar posición en el punto de salida. Aunque la inscripción no era obligatoria, algunos de los inscritos tuvieron recompensa tras la carrera. Uno de ellos, el pequeño Madou, de 6 años, del equipo de Supermanes, que se hizo con una de las 5 bicis sorteadas.