Por más que los indicadores de natalidad alerten de que cada vez nacen menos niños y adviertan del envejecimiento progresivo de la población, especialmente en provincias como Córdoba, sigue habiendo familias valientes que desafiando al modelo imperante para conformar de forma más o menos premeditada una familia numerosa, la más extendida en España en los hogares de hace solo unas décadas.

Según los datos facilitados por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, tras un pequeño descenso registrado en el 2011, y pese a que este tipo de núcleos familiares no dejó de crecer pese a la crisis, la cifra de inscritos en el registro lleva ocho años in crescendo. Desde el 2011 hasta ahora, el número de familias numerosas de la provincia ha aumentado un 37%, pasando de 9.808 a 13.466 en el 2018. Cada año, se expiden una media de mil títulos nuevos y unas 2.400 renovaciones.

A grandes rasgos, para obtener el título de familia numerosa debe estar integrada por uno o dos progenitores con tres o más hijos (hasta 1994, para obtener el título correspondiente era necesario tener al menos cuatro hijos), ya sean comunes o no o menores en situación de acogimiento familiar. La Junta considera cada hijo discapacitado o incapacitado, a estos efectos, como dos para determinar la categoría de la familia. La norma prevé dos tipos de familias numerosas, la de categoría especial, para las compuestas por cinco o más hijos o por cuatro, si al menos tres proceden de un parto, adopción o acogimiento múltiple. También si, habiendo cuatro hijos, los ingresos no sobrepasan cierto nivel de renta.

Los hijos dejan de beneficiarse de las ventajas del título de familia numerosa cuando dejan de depender económicamente de los padres o si superan los 21 años, aunque se amplía hasta los 25 si en ese periodo están cursando estudios.

Las asociaciones de familias numerosas, como Fanucor en Córdoba, que está integrada por más de 2.000 personas, se quejan del efecto que la falta de políticas de conciliación ha tenido sobre la natalidad. Las familias consultadas se quejan de la carencia de ayudas económicas que fomenten la natalidad y de la escasez de prestaciones que permitan compatibilizar la vida familiar y laboral, lo que obliga a muchas parejas a reducir el número de hijos o a retrasar el momento de la maternidad en exceso. Lo cierto es que España tiene ya los índices más bajos de natalidad de las últimas décadas y la edad media para tener el primer hijo es de 30,56 años, según el Instituto Nacional de Estadística. Las madres siguen siendo quienes soportan la mayor carga del cuidado de los hijos, ya que, según los últimos datos, son muy pocos los padres que comparten el permiso de maternidad.

En Andalucía existe una ayuda económica para las familias que al nacer su tercer vástago tengan algún hijo o hijos menores de tres años (600 euros anuales por cada uno hasta que cumplan esa edad) y una ayuda económica por partos múltiples que oscila entre un pago de 1.200 euros en el caso de parto de dos hijos y 4.800 euros si se trata de un parto de cinco o más hijos. En cuanto al Estado, las familias numerosas tienen derecho a una bonificación del 45% de las cuotas de la Seguridad Social por la contratación de un cuidador al servicio de la familia, derechos de preferencia para conseguir becas, reducción del 50% (para la categoría general), o exención (para la categoría especial) de tasas y precios públicos en el ámbito educativo, bonificaciones del 20 o 50% en las tarifas de transporte por carretera, ferrocarril y mar y descuento del 5% o el 10% en las tarifas aéreas nacionales.