La facturación de las empresas instaladas en el parque científico y tecnológico Rabanales 21 superó los 65,7 millones de euros durante el 2018. En esa cantidad, facilitada por la sociedad que gestiona el parque, no están incluidos los ingresos de compañías nacionales como Redsys o multinacionales como Innovation Group. El ejercicio se cerró con 62 empresas instaladas en el parque tecnológico, que dan empleo a más de medio millar de trabajadores. El sector que más trabajo genera es el de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). El 33% del empleo, es decir, un tercio del mismo, que se crea en el parque se concentra en empresas del sector TIC, aunque este no es el que más factura.

El mayor volumen de negocio está en el sector agroalimentario (30,5 millones), que, por otro lado, ocupa la segunda posición dentro del parque, donde el 21% de las empresas se dedican al mismo. A estos sectores les siguen el de servicios, con un 19% de empresas; el de ingeniería e industria, con un 13%; el de biotecnología, con un 10%; y el de la energía y el medio ambiente, con un 4%. Por número de empresas, el sector servicios es el que está representado por más, 16; seguido por el de las tecnologías de la información con 12; el de ingeniería, con 11; los de biotecnología y energía y medio ambiente, que están empatados con 9; y el agroalimentario, que ocupa el último lugar, con solo 5, aunque es el que más factura. Por facturación le siguen los sectores de ingeniería e industria, servicios, TIC, biotecnología y energía y medioambiente -ver gráficos-.

CAPITAL EXTRANJERO / Cuatro de las empresas ubicadas en el parque tienen capital extranjero. Aunque la cifra no es muy alta, se trata de firmas con gran peso a nivel de facturación y empleo. Estas empresas son Emerald Health Biotechnology (antes, Vivacell), Lisec Ibérica, Innovation Group y Phytoplant Research. La directora general de Rabanales 21, Eva Pozo, afirma que «el parque científico tecnológico de Córdoba apuesta por la especialización en biotecnología y agroindustria y por su vocación internacional».

Los 510 trabajadores que había en el parque al cierre del ejercicio 2018 se distribuyen en los tres edificios destinados a alojar empresas, Orión, Centauro y Aldebarán, que son propiedad de Rabanales 21, así como en inmuebles construidos por firmas privadas, como Silos Córdoba, la Fundación CIAC o Promi. Casi el 70% de los empleados del parque son hombres, tendencia que a la actual dirección le gustaría cambiar. «Este sesgo es el que nos animó a desarrollar el año pasado el proyecto Ciencia y tecnología en femenino, junto a la Asociación de Parques Científicos Tecnológicos Españoles (APTE) para promover las vocaciones STEM entre el público infantil femenino», señala Eva Pozo. Con esa idea, Rabanales 21 volverá a convocar una nueva edición e invitar a los centros educativos a participar.

Durante el 2018, la inversión en I+D+i fue de 2,5 millones de euros, según los datos facilitados por el parque. Además, el número de patentes concedidas ascendió a cuatro. Una de las empresas que logró una patente es Nanoquimia, especializada en nanomateriales innovadores que, según explica Rabanales 21, ha patentado «un composite que incorpora sílice de bajo coste y permite obtener un conformado con distintas formas geométricas», lo que posibilita «eliminar contaminantes del agua y de las emisiones, la desalación y la catálisis química». Pozo asegura que «el parque tiene que fijar su rumbo en el desarrollo económico de su entorno, favoreciendo la atracción y fijación del talento, tanto de emprendedores como de investigadores». A su juicio, es esencial la «interrelación empresa-emprendedores-instituciones, conectando el tejido productivo con la universidad y también con emprendedores y otros sectores, no solo localmente sino globalmente, para hacerlo más competitivo e innovador».