En las aulas de los institutos conviven expedientes de todo tipo. José Carlos Castillo no tuvo su mejor año el curso pasado y le tocó repetir 2º de Bachillerato, por lo que perdió la oportunidad de examinarse con la antigua PAU. Ahora, las cosas han cambiado y su propósito es sacar buena nota en Selectividad, elegir carrera y estudiar algo que le motive. Su EBAU será un poco especial porque solo se examinará de las asignaturas específicas. «Como ha cambiado el temario, a los repetidores nos han dado como nota de la fase de acceso la media de Bachillerato», en su caso, un 6,74. Para subir nota y tener más opciones, ha decidido examinarse de Matemáticas y Química, las materias que ha cursado este año. «Hasta hace un mes quería hacer Magisterio, pero me he estado informando y, si tengo nota, quisiera ir a Madrid a hacer Gestión Aeronáutica, que tiene un 95% de empleabilidad según he leído», explica. Hablo con él mientras se dirige a la Facultad de Medicina, abierta estos días 24 horas, dispuesto a pasar gran parte de la noche repasando. «Lo peor ha sido el descontrol que ha habido con la Selectividad, nadie sabía el temario y hemos estado estudiando a ciegas durante meses porque no nos podían asegurar qué entraba», comenta. José Carlos no es el único. «El resto de mi clase está igual, por eso hay más nervios de cara a los exámenes». A la prueba de Matemáticas no irá solo, su hermano gemelo también se presentará. «Ha hecho primero, pero ahora quiere subir nota y cambiar para irse a las Fuerzas Armadas», señala.