El acto institucional del Día de Andalucía de ayer, el primero del nuevo Gobierno del PP y Cs, con Susana Díaz en las butacas del teatro de La Maestranza, fue distinto por muchos detalles. Ya el presentador, el periodista malagueño Domi del Postigo, ofreció al acto un tono de «gala», con sus «chascarrillos» y frases coloquiales dirigidas a los galardonados, pero también el escenario se convirtió en un espacio colectivo, donde el «esfuerzo» y el trabajo en equipo quedaron reflejados con la subida al estrado de guardias civiles, trabajadores de Doñana o todos los colectivos que colaboraron en el rescate del pequeño Julen del pozo de Totalán.

El acto comenzó con el Carnaval y terminó con la emocionante voz de Pastora Soler interpretando el himno de Andalucía junto a Alberto Miras al piano, que puso a todo el público, unas dos mil personas, en pie. Antonio Martín, músico y autor del Carnaval de Cádiz, que en 16 ocasiones ganó el primer premio en el teatro Falla, pudo cantar emocionado junto a la comparsa Antología de los Cleriguillos, una de sus propias letras, dedicada a Andalucía. La asociación Pasión por Córdoba ha sido una de las que ha recogido firmas, junto a famosos como el futbolista Joaquín, del Betis, o el aula del Carnaval de Cádiz, para que se le diera la medalla a este gaditano.

Córdoba tuvo varios guiños en el acto. El principal, la merecida Medalla de Andalucía al instituto-fundación Aguilar y Eslava de Cabra, donde han estudiado desde hace 340 años generaciones de jóvenes no solo de Cabra, sino del sur de Andalucía y de fuera de nuestras fronteras, entre ellos el padre de la patria andaluza, Blas Infante, o Niceto Alcalá Zamora. La representación egabrense fue importante, acompañada por su alcalde, Fernando Priego. Pero también la actriz jiennense Inma Cuesta hizo referencia a Córdoba, donde estudió la carrera de Arte Dramático que la formó como actriz. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, tuvo un recuerdo para el misionero salesiano Antonio César Fernández, «asesinado por el yihadismo en Burkina Fasso, ayudando a los demás». Y, desgraciadamente, uno de los hijos predilectos, José Luis García Palacios, falleció el pasado noviembre en un acto en Córdoba. El premio lo recogió su viuda, Pilar Álvarez, y subieron al escenario también sus cuatro hijos.

¿Y a quienes vimos de Córdoba? Desde el delegado del Gobierno, Antonio Repullo, y las delegadas María Jesús Botella y Purificación Joyera, a José Antonio Nieto, Adolfo Molina y Rafael Merino, del PP. También las parlamentarias Isabel Albás y Soledad Pérez, y, fuera del plano político, acudieron a la Maestranza el rector, José Carlos Gómez Villamandos, y el presidente del Consejo Social de la UCO, Francisco Luis Córdoba; la presidenta de la Asociación de Joyeros, Milagrosa Gómez, y la decana de Veterinaria, Rosario Moyano.

En el escenario, pocas mujeres. De las 11 medallas, solo tres mujeres, la cantante Pastora Soler y la actriz Inma Cuesta, que parecían haberse puesto de acuerdo en el vestir, ambas con un traje pantalón color crema, del mismo color que el traje de la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, y la viuda de García Palacios. En representación de los galardonados habló el empresario almeriense Francisco Martínez Cosentino, presidente de la multinacional del mismo nombre, que defendió que «no hay mejor modo de ser patriota que invertir en tu tierra» y recordó que «rara vez un empresario alcanza tan alta distinción». Sus tres reivindicaciones fueron «formación, infraestructuras y una Administración eficiente». Cosentino defendió el papel de los empresarios, que son «uno de los motores de la sociedad».