Los arquitectos Rafael de la Hoz y Pedro García del Barrio llevan tiempo trabajando en una iniciativa con la que pretenden dar vida al Cordel de Écija, que la ciudad mire hacia esa parte olvidada del río y que el sur quede realmente integrado en el resto de la ciudad.

-¿Cómo surge la idea de urbanizar el Cordel de Écija?

-Rafael de la Hoz: En una comida.

-¿Por qué el Cordel de Écija y no otra zona?

-R.D.H.: Pedro fue muy impulsor del centro de convenciones, que luego no prosperó y, hablando sobre ello, con la convicción de que no se puede retomar, aludió al Cordel. Yo creía que era un terreno no edificable y cuando me dijo que sí, es cuando nos pusimos en marcha, hace más de dos años.

-P.G.B.: Son dos operaciones radicalmente distintas con un objetivo común, el reequilibrio urbano del sur sobre el norte. Una, la de la península de Miraflores, estaba diseñada para hacerla con operaciones de impulso público y con equipamientos de nivel ciudad, y, sin embargo, el Cordel de Écija es una operación bastante más compleja, en la que, aparte del reequilibrio y de volver a generar una nueva centralidad, lo más importante es que no ocurre igual que en Miraflores, que estaba más bien para que el norte tuviera equipamientos en el sur, y esta es para transparentar la orilla del río desde los barrios del sur. En segundo lugar, los puentes allí están hechos, aquí hay que hacerlos. Por eso, para una iniciativa pública, porque la idea ya está en el PGOU, había que encontrar una iniciativa que, por ser privada, pudiera acelerar la consecución de esos objetivos, que es la gran ventaja de hacer operaciones público-privadas, que son como aceleradores de estándares porque el dinero público es más lento en su ejecución.

-¿Esa idea la plantean al Grupo Lar solo?

-R.D.H.: No es una idea de arquitectos en busca de un inversor. Por eso nosotros no hacemos un proyecto. Lo que dijimos es que primero hay que hablar con los responsables públicos de la ciudad y ver cómo lo ven, antes de hablar con los privados, y encontramos una acogida muy favorable porque esto ya estaba en los planes de la ciudad. Hay una parte de la ciudad, el Sector Sur, que todavía no está integrada en la ciudad y esta es la oportunidad para su integración. Por eso dijimos: “Hay que encontrar la financiación, los recursos privados y cuando los encontremos, juntos haremos el proyecto”. Juntos quiere decir, con los responsables políticos de la ciudad, las instituciones, los agentes económicos, el inversor privado que vendrá de fuera, y luego intentaremos dar forma a lo que necesiten.

-P.G.B.: La apuesta por el Cordel de Écija está en todos los programas electorales de todos los partidos desde que llegó la democracia, no solo en los planes generales sino que ha aparecido con contundencia y continuamente en todos los programas políticos. Eso le da mucha solvencia y solidez.

-¿Qué tendrá de especial este barrio?

-P.G.B.: Es un barrio construido en el siglo XXI. ¿Qué significa? Incorpora todo lo que hemos aprendido en este tiempo, todas las reflexiones que vienen auspiciadas por Naciones Unidas ante un fenómeno global, que en unos años, el 75% de la población va a estar viviendo en ciudades. Antes había un equilibrio con la naturaleza que permitía que la ciudad fuera solo ciudad porque la naturaleza estaba cercana y accesible. Ahora las ciudades son tan grandes que, o incorporas la naturaleza, o la ciudad será insostenible. Eso es un ecobarrio. Un sitio donde la naturaleza está integrada en la ciudad. Hasta hace cuatro días hemos confiado en la tecnología. Si seguimos haciendo ciudades basadas en el consumo de productos energéticos fósiles, en generar movilidades innecesarias, en no reciclar, todo lo que hemos venido haciendo desde la revolución industrial hasta hoy, no haremos ciudades sostenibles. Por tanto, las directrices de la nueva agenda urbana de Naciones Unidas, ¿qué significan?, desarrollo urbano sostenible, naturaleza integrada en la ciudad. Eso es lo que va a ser el Cordel de Écija.

-Hablenme del palmeral y de los huertos verticales

-P.G.B.: Son ideas, forman parte de ese proyecto de ecobarrio. Un palmeral sería un sistema para generar un microclima sostenible; y unos huertos verticales o en cubierta, una manera de reducir la huella del caborno.

-R.D.H.: La imagen tiene que responder a una forma, debe ser el vestido de un esqueleto. Pero primero es eso, cuál va a ser el esqueleto, y luego pondremos el vestido. A veces la polémica se centra sobre el vestido y no sobre el esqueleto, que es lo importante.

-¿Qué actuaciones complementarias necesitará?

-P.G.B.: La plaza de Andalucía y la avenida de Cádiz son espacios muy pocos urbanos, casi rural-urbanos, de periferia, en los que la calidad del espacio, tanto su textura, dimensión, tratamiento, iluminación y equipamiento, bajan el estándar. La avenida de Cádiz tiene que dejar de ser una autopista urbana. Ahí ya apenas hay tráfico importante. Por tanto, hay que hacer que las calles que organizan el Sector Sur en la orilla interior pasen con facilidad, con comodidad, con sosiego al otro lado. Hay que calmar el tráfico, quitar esa mediana que prácticamente es un muro, de tal manera que la avenida de Cádiz deje de ser una barrera y se convierta en un paso de cebra desde puente a puente, de forma que el prioritario sea el peatón.

-Quieren que la zona sea la puerta de entrada a la ciudad, ¿cómo van a conseguirlo?

-R.D.H.: La puerta de entrada es importante pero como una consecuencia.

-P.G.B.: Hablamos de generar una nueva centralidad, que no se puede generar con un trozo de ciudad al que le faltan algunos de los componentes básicos. La ciudad está inventada para tres cosas, vivir, comerciar y, con el tiempo que te queda, relacionarte. Si aquí tuviéramos solo un bellísimo barrio dormitorio, no estaríamos generando centralidad; un gran parque de ocio y lúdico, no generaríamos centralidad; o un gran centro comercial y punto, no generaríamos centralidad. La ciudad o es completa o no es ciudad. Lo demás es consecuencia. Que sea una nueva puerta de la ciudad para el turismo es consecuencia de que tengamos un trozo de ciudad completa y construida bajo los paradigmas de este siglo.

-R.D.H.: En Córdoba el río es solo una postal que no tiene vida. Si eso se logra, será la puerta de una manera natural.

-¿Cómo serán las viviendas y los equipamientos?

-P.G.B.: En principio, lo que tenemos claro es en qué proporción irá cada cosa para que sea una ciudad completa. En las ciudades europeas y mediterráneas hay una proporción, un 50% dedicado a la vivienda de cualquier tipo, de alquiler, en propiedad, grande, chica; otro 25% para equipamiento y servicios, desde un teatro a un hospital, el colegio, la piscina, el ocio…; y otro 25% para el comercio en el que compras cada día.

-¿Cómo será esa zona comercial?

-P.G.B.: No va a ser un centro comercial.

-R.D.H.: La venta por internet es una realidad, por lo que ahora mismo, aunque se quisiera hacer un centro comercial, sería un fracaso. Los centros comerciales se están reconvirtiendo en escaparates porque la gente necesita ir a ver y a probarse, por lo que todos los parques están convirtiendo estos espacios en grandísimos escaparates en los que saben que luego se va a comprar por internet. Y este espacio comercial debe ser de esta nueva generación, con áreas donde los diferentes operadores puedan exhibir, y no tanto la plaza de transacción económica donde se intercambia dinero. Es un lugar más de encuentro y de ocio, de ir a ver, que de ir a comprar.

-En superficie, 52.500 metros cuadrados de zona comercial es bastante, así como 105.000 de viviendas

-P.G.B.: 100.000 metros pueden ser 2.000 viviendas.

-R.D.H .: Ahora hay que ver en qué fase se hace esto. Hacerlo de una vez todo sería un empacho urbano, en un solo golpe sería excesivo. Hay que ver cómo se hace esta ordenación. Pero sí va a haber un motor. Hay algo en lo que tenemos mucha costumbre, que es poner una primera piedra fundacional y en torno a eso nos reunimos.

-¿Se construirá un puente de los dos previstos en el PGOU?

-P.G.B.: Ese puente va a ser el puente del encuentro sociológico. Es un puente muy importante para generar contaminación de la buena entre el norte y el sur.

-¿Será peatonal?

- P.G.B.: Sí. El concepto de movilidad ha cambiado. El coche como único sistema de movilidad se ha acabado. El plan del 2001 receta dos puentes, los dos para tráfico vehicular, pero en este momento no deben serlo. Sería un error meter en el interior de la ciudad compacta más tráfico. El puente va a ser peatonal, accesible para emergencias, pero más un mirador, un punto de encuentro, una plaza alargada.

-R.H.D.: Espero que sea decisivo para los dos márgenes, que lo necesitan.

-¿Cuántos años harán falta para ver el Cordel de Écija totalmente acabado?

-P.G.B.: Sí que sabemos qué hay que hacer. Lo que se tarde en hacerlo, no. Lo primero que hay que hacer es una innovación. El pistoletazo de salida lo da la decisión de quién es aquí el líder del proyecto, que es la ciudad, representada por su Corporación. Cuando se dé el pistoletazo, hay que hacer la innovación del plan para adaptar lo que estaba previsto, los objetivos que el plan del 2001 da para este sector se mantienen, la innovación es necesaria para actualizar esos objetivos a lo que hemos aprendido, a lo que nos marcan la nueva agenda urbana, el horizonte 20-30 y el concepto de ecobarrio. Los metros techo son los mismos. En esa innovación, que es propiciada por la ciudad, esto es un proyecto público desde el momento en el que la moción salga, que tiene un impulso del sector privado, es una iniciativa público-privada, cada uno hace lo que tiene que hacer. Lo público, no comportarse como una administración tramitadora sino como alguien que está impulsando el proyecto. Y el privado tiene su financiación y sus objetivos. En el encuentro entre los dos va el plazo. Hay innovaciones que tardan mucho más de lo que es prudente y otras tardan lo justo. Una vez que el proyecto se convierta en público, no hay motivos para ir despacio, porque las cosas están claras. Después de la innovación, o en un proceso paralelo, vendrá esa fase que tendrá mucho que ver con lo que vayamos decidiendo entre todos. Es un proyecto de mesa de redacción amplia.

-¿Cuál será la primera fase?

-P.G.B.: La innovación afecta a todo. Eso lo vamos a saber en el momento en el que se produce la innovación. Durante ese proceso habrá un debate amplio.

-R.D.H.: La planificación urbana tiene que hacerse al mismo tiempo y ahora los actores económicos tienen que decidir. Lar es el inversor, pero ha abierto las puertas a colaboradores y otros inversores. Vamos a ver quién se ofrece y a quién le interesa.

-El coste total será de 500 millones, ¿cuánto tendrá que aportar cada uno?

-P.G.B.: La ley del suelo española está diseñada para que los suelos urbanizados no le cuesten nada al erario público. Con esta operación vamos a tener los terrenos convertidos en suelo urbanizado, habrá una serie de parcelas que se van a asignar en proporción a los suelos brutos que tiene cada uno. Ahí hay suelo público de la Junta, del Ayuntamiento de Córdoba, de la Diputación y creo que de la CHG. Estos contribuirán como propietarios y recibirán beneficios. Hay 200.000 metros de suelo bruto, y si tienes el 25%, tendrás el 25% de los gastos. Luego, como administración pública, por ese mecanismo de revertir las plusvalías que tiene la ley del suelo, el Ayuntamiento va a recibir terreno para equipamientos más el 10% de los aprovechamientos y otro tipo de ventaja, la de la vivienda accesible. Hemos conseguido que el inversor principal, que es el mayor propietario de suelo privado, en su propuesta quiera hacer dos cosas para las que no tiene obligación, construir el centro de interpretación y el puente..

-R.D.H.: La actitud de Lar está bien. No quiere que la ciudad interprete que viene a monopolizar y a tener privilegios. Ahora debería haber actores públicos, de vivienda pública, promotores locales privados de vivienda, promotores de hoteles... Hay que saber del interés de otros actores en torno a esta figura de Lar, que aglutina, que hace la gran inversión inicial, que toma el riesgo de ponerlo en marcha, pero que se abre a la ciudad y a otros inversores. Esos inversores van a marcar mucho los plazos. Habrá que arrancar con algo de vivienda. La primera piedra fundacional es clave. Hay que hacer el puente, el embarcadero, tienes que empezar por la ciudad, sino no arranca.

-¿Cuánto aportará el Grupo Lar en un primer momento?

-R.D.H.: Tiene prevista una inversión inicial de no menos de 170 millones y, por el momento, tiene un tope que está por encima de los 200 o 250. Ellos saben que su inversión va a revalorizar la zona y están interesados. No quieren dar la impresión negativa de que viene alguien con el dinero y se hace con el monopolio. Son muy cuidadosos y están abiertos a todos los que quieran participar.

-¿Cuánta superficie posee el Grupo Lar?

-P.G.B.: Tiene cerca de 60.000 metros cuadrados.

-¿Cuántos metros cuadrados hay que expropiar y a cuántas viviendas y negocios afecta?

-P.G.B.: Eso no está evaluado en detalle. Esto es un sistema de compensación, aquí no se expropia a nadie. Todos entran como propietarios con sus derechos y obligaciones.

-¿Han hablado con Junta y Diputación?

-P.G.B.: Estamos hablando con todo el mundo. A niveles técnicos de recoger información, por supuesto.

-¿Por qué es tan importante que el Pleno del Ayuntamiento se pronuncie sobre el proyecto?

-P.G.B.: Quien dirige la operación debe decir que la va a hacer. Esto es un proyecto de la ciudad.

-R.D.H.: No es patrimonio de los cordobeses que haya diferencias, si no hubiera diferencias, no habría ciudad. Sucede en todos los lados. Aquí se va a demostrar que esto es una leyenda. Va a haber, no unanimidad, pero sí un respaldo que es importante, que es saber que la mayoría de la ciudad opina que aquí hay un problema y esto es una oportunidad de mejorar y por eso es importante. Me gustaría desmontar esa leyenda negra de que los cordobeses nos llevamos peor entre nosotros que en otros sitios.

-Si el Pleno aprueba iniciar la innovación y el convenio, ¿cuál será el paso más inmediato?

-P.G.B.: -Cumplir la ley, los procedimientos. Empezar la innovación trabajando con la Gerencia de Urbanismo, no para la Gerencia, trabajando en la Gerencia.

-R.D.H.: A partir de ahí, si hay una voluntad decisiva, clara, de la ciudad de ir adelante, comenzar los trabajos preparatorios de una manera discreta, eficaz, entre la Gerencia de Urbanismo y el promotor actual e ir avanzando todo lo posible hasta mayo, conocer luego a la Corporación nueva, y a partir de ahí, terminar de perfilar el poner el acento donde quieran ponerlo. Si continúa el actual gobierno, mantendrá unos acentos en determinados aspectos, y si hay uno nuevo, querrá marcarlo y lo lógico es esperarles y conocer sus deseos e intereses y que se vean plasmados en el proyecto.

-Si se rechaza la propuesta, ¿qué pasará? ¿la descartan?

-P.G.B.: No lo contemplamos.

-R.D.H.: Si dicen no queremos esto…

-P.G.B.: Habrá que pensárselo.

-R-D.H.: Córdoba ya dijo hace años que no quería el plan de desarrollo y no hubo plan de desarrollo. Si por razones, que supongo que serán fundadas, entienden que no, será que no.

-P.G.B.: En esta ocasión, más por informado que por optimista, no contemplo esa posibilidad.

-¿A quiénes han intentado convencer y cómo lo han acogido?

-R.D.H.: Nosotros no queremos convencer, lo que hemos hecho es explicar o, más que explicar, volver a narrar una idea que ya tenía la ciudad. No es una invención. Está ahí. Lo que hemos hecho es retomarlo y decir “creemos que ahora es posible, que, superada la crisis, o supuestamente superada, tenemos la oportunidad de hacerlo ahora”. Tampoco podemos explicar un proyecto porque no hay un proyecto que vengamos a imponer o proponer. A partir de ese diálogo que hay que establecer ahora se le dará forma a las ideas. Lo único que es novedad es que hay alguien que está dispuesto a invertir unos 200 millones de euros en Córdoba y lo cogemos o lo dejamos.

-Hay muchos que ven con escepticismo la propuesta y la tachan de electoralista

-R.D.H.: Te puedo garantizar que no. Hace dos años nadie habría pensado en electoralismo y ni Pedro ni yo somos políticos y esto se inició hace mucho tiempo.

-¿Qué obstáculos se han encontrado?

-P.G.B.: La incredulidad de que pudiera ser verdad.

-R.D.H.: Lar no es un promotor al viejo estilo, es un gran aglutinador de voluntad, de economía y de fondos. Lo importante son los fondos internacionales, que han puesto su confianza en Córdoba y han apoyado esta inversión. Lar es una operadora, una gran gestora y gestiona centros comerciales, centros de ocio, y viviendas en construcción y en alquiler. Tiene la credibilidad de esos inversores internacionales, porque esto es capital norteamericano y británico. Lar no es un operador de centros comerciales. En absoluto es solo es eso. Que el capital extranjero confíe en España y, particularmente en Córdoba, es una gran noticia.

-¿Cómo ha acogido Urbanismo el proyecto?

-R.D.H.: Urbanismo está acostumbrado a que llegues y le digas “quiero hacer esto”, pero cuando le dices “tengo una idea, la hacemos juntos”, le cuesta más porque es inusual. Nos hemos negado a hacer un solo dibujo porque ya estás dando forma a una idea, y ya hay debate, y ya hay cuestionamiento, y no se trata de eso.

-P.G.B.: Lo que estamos planteando es absolutamente posible. No estamos aventurando nada.

-¿Cómo superarán el problema de la inundabilidad?

-P.G.B.: Como se está resolviendo en otros lugares. Hay soluciones y la misma Confederación Hidrográfica del Guadalquivir está resolviendo problemas de esta escala en otras ciudades.

-¿Qué les gustaría subrayar de esta iniciativa?

-P.G.B.: Me gustaría que quede claro que es un proyecto público, de la ciudad, de largo recorrido, que no hay un elefante blanco en la habitación del que nadie quiere hablar.

-R.D.H.: Surgirán dificultades, aparecerán los intereses particulares, surgirán divergencias, será duro, esto no será fácil, pero merece la pena.

-P.G.B.: Será otra Ribera.

-R.D.H.: Hará falta mucha colaboración. Si un organismo importante nos pone la proa, nos habrá hundido, no somos tan fuertes como para superar la animadversión de la CHG o de un gobierno, necesitamos su ayuda. Esta es una operación de prestigio, no es un negocio solo o resolver únicamente una carencia. Por encima de todo es una operación de prestigio y Córdoba la necesita.