El ingeniero jefe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Pedro Escribano, lo advertía hace unos días en este periódico: «Llevamos tres años de sequía y las reservas para el regadío ya se están agotando». Eso ha provocado que los embalses cordobeses se encuentren al 35,4% de su capacidad, el nivel más bajo desde hace una década. Habría que remontarse al 2008, año en el que finalizó la última gran sequía y que dejó los embalses cordobeses al 29,6%. Desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se ha advertido que cuando finalice la campaña de regadío en septiembre los embalses se situarán en torno al 25%. Eso es lo que ha provocado que el sistema de la regulación general, al que se encuentran adscritos los principales embalses de la provincia y que abastece el regadío, haya entrado en agosto en alerta. Esta declaración del organismo gestor de cuenca implica que la demanda para el consumo humano es inferior a dos años, mientras que el riego se garantiza un año al 80% y el segundo al 60% de no cambiar la situación en el próximo otoño e invierno. Los embalses de la provincia no han reducido sus niveles desde el año 2013, cuando estaban al 89,62% en agosto. En el 2014 bajaron al 81,9%, en el 2015 descendieron al 66,79% y en el 2016 al 53,15%. Pese a esto, los 1.208 hectómetros cúbicos que hay almacenados en la provincia suponen la mayor cantidad de todas las de la cuenca del Guadalquivir, que se encuentra al 39,1%, con 3.176 hectómetros cúbicos. En el caso de la regulación general, el sistema se encuentra solo el 32,94%, cuando hace un año se encontraba al 52,87%. Los dos grandes embalses de la provincia, Iznájar y La Breña han registrado un descenso importante en los últimos cuatros años. Así, Iznájar ha pasado de estar al 86,7% en el 2013 a solo el 33,5% en la actualidad. Eso ha provocado una fuerte reducción de las colas del pantano y que queden al descubierto estructuras, como antiguos puentes, que permanecían ocultos bajo el agua. En el caso de La Breña, en agosto del 2013 se encontraba lleno al situarse al 99,5% de su capacidad, mientras que ahora solo está al 24,4%.

La situación en el resto de España, salvo en la zona norte, no está mejor. La reserva hidráulica española continúa bajando y se encontraba esta semana al 46,5% de su capacidad, con 26.003 hectómetros cúbicos. De este modo, los pantanos se encuentran 15,6 puntos por debajo de los valores de hace un año en estas fechas, cuando el agua embalsada estaba al 62,1%. En el caso del Guadalquivir, los 3.176 hectómetros cúbicos del miércoles estaban lejos de los 4.546 de hace un año y de la media de la última década, que según el Ministerio de Agricultura es de 5.009 hectómetros cúbicos.