Las previsiones del Ayuntamiento se cumplieron ayer y, a las 13.45 horas, el puente de El Arenal volvía a recibir tráfico, al menos en dos de sus cuatro carriles. La reapertura de parte de esta infraestructura, que sufrió un incendio el 7 de agosto, se produce prácticamente un mes después de ese incidente, que ha traído de cabeza al Ayuntamiento desde entonces. Los resultados de las últimas pruebas a las que ha sido sometido el puente, que tuvieron lugar el jueves, han sido decisivos para que las áreas de Infraestructuras y Movilidad opten por su puesta en servicio, que se produce en un momento clave por la Velá de la Fuensanta y el inicio del curso escolar.

Finalmente, se han abierto los dos carriles interiores, uno para cada sentido, por los que podrán transitar todo tipo de vehículos, incluido transporte público. La única excepción son los camiones de cargas especiales, es decir, de gran tonelaje. Un par de agentes controlaban ayer el tráfico en el puente, que a mediodía soportaba ya un tránsito considerable. A partir de ahora, el Ayuntamiento hará un seguimiento de esta infraestructura para observar su comportamiento. Sus previsiones son que "en un par de semanas" se abran al tránsito rodado los dos carriles restantes, según explicó momentos antes de la apertura el portavoz del equipo de gobierno, Miguel Angel Torrico, que confirmó que "ha resultado que los daños son menores de los que inicialmente se consideró".

La responsable del área de Infraestructuras, Laura Ruiz, que recibió por la mañana un informe elaborado por el ingeniero encargado de diagnosticar los daños del puente y dirigir los ensayos para conocer el alcance de los mismos, Francisco Javier Cienfuegos, explicó que la respuesta de la estructura a las cargas aplicadas el jueves, que fueron de hasta 700 toneladas repartidas en 20 camiones, "es correcta en cuanto a que en todo momento las deformaciones principales observadas han estado en consonancia con las esperadas y las recuperaciones han sido completas". Ruiz, basándose en este informe, recuerda que la estructura del puente ha sido sometida a tres escalones de carga progresiva --de 350, 575 y 700 toneladas--, en dos hipótesis de distribución y en valores superiores a los recomendados, y los resultados han sido que "ha respondido en fase elástica sin que se haya podido observar en ningún momento de la prueba deformaciones remanentes sobre los elementos estructurales que han sido objeto de análisis". El informe señala también que "los tirantes afectados por el fuego no han cristalizado y queda descartada la posibilidad de rotura frágil de los mismos, al menos en el rango de tensiones ordinario de trabajo del puente". El documento añade que "su límite elástico inicial no se ha visto reducido de manera significativa y el aparato de apoyo afectado por el fuego mantiene su funcionalidad, permitiendo con normalidad los giros y desplazamientos previstos".