La responsable del área de trabajo sexual de la Asociación Pro Derechos Humanos, Almudena López, afirma que «en Córdoba el número de clubes es brutal» y detalla que en cada uno hay entre 15 y 60 mujeres. Si se aplica el dato a los 38 establecimientos y viviendas identificados por la Policía Nacional como lugares donde se ejercía la prostitución el año pasado, el resultado más moderado apuntaría que centenares de personas se dedican a esta actividad en la provincia.

Almudena López señala que esta cifra de instalaciones, que sitúa a Córdoba en el segundo puesto del ránking andaluz, se debe a que «tiene una característica muy peculiar y es que apenas hay prostitución de calle. Como existe demanda, lo que más proliferan son los pisos y los clubes. Abren con licencia de sala de fiesta u hostal, y luego ejercen la prostitución con una explotación brutal para las personas, que no tienen cobertura ni derechos». En este sentido, esta profesional también recuerda que en Apdha «abogamos por el reconocimiento del ejercicio de la prostitución como actividad laboral y de los derechos de las personas que la ejercen».

Esta entidad acude a los establecimientos donde trabajan las prostitutas y les ofrece un acompañamiento sociosanitario con el que, por ejemplo, les ayuda a tramitar su tarjeta sanitaria y el permiso de residencia, o acuden con ellas al médico cuando es necesario y les facilitan material preventivo. En un año puede atender a unas 80 mujeres, aunque la cifra varía de unos ejercicios a otros.

Consultada por los diez atestados policiales que han sido abiertos en Córdoba entre los años 2012 y 2018 en lugares donde se desarrolla esta actividad (de acuerdo con la información publicada por el Observatorio de Datos Abiertos sobre la prostitución), Almudena López comenta que «la respuesta de las Fuerzas de Seguridad del Estado es nefasta», ya que, con sus actuaciones, las mujeres «están doblemente perjudicadas, cuando admiten que son prostitutas tienen muchos más problemas». En este sentido, cita como ejemplo que en Apdha han observado en alguna ocasión que «han sufrido una agresión sexual por parte de un cliente y no se le ha hecho ni caso porque se dedican a la prostitución».

En esta línea, comenta que «los atestados policiales que se abren normalmente se hacen más con el fin de expulsar a personas irregulares» o de «penalizar a los encargados de los locales» por tener trabajando a personas que no han regularizado su situación administrativa en España.

Por otra parte, Almudena López explica que en su asociación no trabajan con víctimas de trata, pero «si encontramos a una la derivamos a alguna entidad especializada o a la Policía, dependiendo del caso». De este modo, recuerda que en Córdoba varias organizaciones atienden a las víctimas de este delito y entre estas se encuentran Mujeres en Zona de Conflicto, Las Adoratrices, la Cruz Blanca y la Cruz Roja.