El sector del taxi lleva más de dos años en pie de guerra ante la competencia que le hacen plataformas como Uber o Cabify. El número de VTC se ha duplicado desde los 25 que había en el 2015 y la ratio de un vehículo por cada 30 taxis ha ido cambiando a pasos agigantados hasta llegar a la proporción de uno por cada cuatro, según las estimaciones del presidente de Auttacor, Miguel Ruano. Lo que empezó con la Ley Ómnibus del 2009, se complicó después con una modificación en el 2013 y con un reglamento de desarrollo que tardó treinta meses en aprobarse, lo que impulsó a los VTC a pedir más licencias, que, por otro lado, en el 2017 recibieron el respaldo del Supremo. Esa fue la gota que colmó el vaso y que llevó a los taxistas a movilizarse en toda España. Córdoba no se quedó atrás y también participó en los paros contra Uber y Cabify, que en ese momento no operaban en la ciudad.

A partir de ahí las protestas se han sucedido y el panorama ha cambiado en la capital, ya que en octubre del 2018 irrumpió Uber de la mano de medio centenar de conductores entre autónomos y trabajadores de empresas de transporte, que llegaron con tarifas un 30% más bajas. Desde ese mismo momento el anterior equipo de gobierno mostró su apoyo al sector del taxi. La anterior alcaldesa, Isabel Ambrosio, se reunió con el presidente de Auttacor y le aseguró que el Ayuntamiento intensificará la vigilancia policial para evitar que se vulnere la ley. Unos días antes, el Consejo de Ministros había aprobado un real decreto que establecía limitaciones para los VTC. Unos días después, el Ayuntamiento, a través de su delegado de Movilidad, Andrés Pino, anunciaba que no permitiría la entrada de VTC en zonas restringidas y que sancionaría a los que incumplieran esa medida y utilizaran los carriles bus y las paradas de taxis. Ares Capital recurrió la medida y, en noviembre, el titular del juzgado que ahora ha emitido la sentencia que le da la razón decretó la suspensión cautelar de la prohibición hasta que se produjera el fallo definitivo.

En mayo de este año, y coincidiendo con la feria, los trabajadores de los VTC de Córdoba denunciaron estar «sometidos a una persecución inquisitorial» y sentirse «acosados». Este mismo mes, el presidente de Auttacor, tras reunirse con el portavoz de IU, Pedro García, denunciaba la existencia de paradas clandestinas de VTC en el centro y que estos circulan por los carriles bus-taxi, y reclamaba mayor control policial. Ruano alertó ayer de que la presencia de estos vehículos se está extendiendo y que ya están en Málaga, Sevilla, Córdoba, Granada y, desde hace unos días, en la Bahía de Cádiz. La próxima capital a la que llegarán será, según Ruano, Almería.