El 57,3% de los accidentes de tráfico con heridos producidos en la provincia de Córdoba durante el 2018 se han debido a distracciones, es decir, 173 de los 302 siniestros totales, según informa el jefe provincial de Tráfico, José Antonio Ríos Rosas. Y esta causa, la principal de siniestralidad, se ha cobrado 8 de las 13 vidas perdidas en carretera. Por eso, la Dirección General de Tráfico (DGT), Guardia Civil y Aspaym Córdoba han colaborado en una labor de concienciación y prevención que, ayer, se desarrolló bajo el puente de Andalucía, en la capital.

El teléfono se convirtió en el protagonista del día, de las advertencias y los consejos. «Incluso, aunque se lleve en manos libres, se produce distracción», subrayó la subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela, quien destacó, además, que las tres primeras causas de distracción están vinculadas al uso de los dispositivos móviles. Según Valenzuela, «las distracciones están muy por encima de otras causas de siniestralidad, como la velocidad y el consumo de alcohol y drogas». Y añadió que «no son solo consecuencias propias, son daños también a terceras personas, a las que cambian su vida».

Por velocidad, se han producido 74 accidentes, el 24,5% del total, que han requerido atención sanitaria en la provincia durante el 2018. El alcohol y las drogas han desencadenado el 8,6%, que se traduce en 26 siniestros. Además, en lo que va de año, 930 conductores han sido sancionados por el uso indebido del móvil en la provincia, según los datos de la Dirección General de Tráfico. Este también ha supuesto el motivo de la pérdida del 11% del total de puntos detraídos, según el jefe provincial de Tráfico. Este porcentaje equivale a 2.835 puntos menos en los carnés. Las cifras de sanciones han servido a la DGT para justificar la campaña. Según señala la institución, «en los 10 primeros años de implantación del permiso por punto, el 10% de las sanciones impuestas fue por utilizar el teléfono móvil u otros dispositivos de sonido». «No importan los 200 euros, no importan los tres puntos que supone incurrir en alguna falta de atención, lo que importa es que todos estemos al final en casa», destacó Ríos.

Las distracciones son la causa de uno de cada tres accidentes mortales, apuntan desde la DGT, ya que, tras un minuto y medio de conversación por el teléfono móvil, el conductor no percibe el 40% de las señales, «su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente y se tarda más en reaccionar», informan. Aún así, uno de cada tres españoles reconoce que ha telefoneado, leído o escrito mensajes mientras conducía en el último año.

En esta línea, según la DGT, un conductor que habla mientras conduce «pierde la capacidad de mantener una velocidad constante y no guarda la distancia de seguridad suficiente con el vehículo que circula delante», además de que sufre un aumento considerable del tiempo de reacción. Pero, además de esto, desde la institución resaltan otros factores a tener en cuenta, como el sueño y la fatiga, que «son dos causas importantes de siniestralidad vial, muy presentes en aquellos accidentes que se producen por colisiones por alcance, salidas de la vía o invasiones del carril contrario.

Así, subrayan que conducir con sueño o fatiga puede conllevar un aumento de las distracciones al volante, «una disminución de la capacidad para prestar la atención debida al entorno» y una alteración de la capacidad del conductor para tomar ciertas decisiones.