Los trabajadores nocturnos hacen su vida de manera inversa a cualquier persona con un horario laborar diurno. Esto les acarrea una serie de consecuencias relacionadas con su vida social y familiar así como con el sueño.

Los familiares y el entorno cercano a estos trabajadores se ven afectados también por este trabajo. Algunos hasta han tenido que acabar con relaciones sentimentales debido a este horario. La noche es muy complicada, y aún más compaginarla con los demás. Padres que se pierden momentos y parte de la vida de sus hijos, jóvenes que se pierden salidas con sus amigos y muchas más consecuencias. Las personas que trabajan de noche inician su vida cuando los demás están durmiendo o antes de que se duerman, esto hace que cuando ellos descansan los demás estén realizando actividades familiares y sociales a los que no pueden asistir durante el día. Además, debido a la dinámica a la que estamos acostumbrados, no se descansa de igual forma de noche que de día, es algo en lo que la mayoría de trabajadores está de acuerdo. Es mucho más reconfortante dormir 2 horas de noche que 4 de día.

Estos trabajadores hacen posibles muchos detalles de nuestro día a día y, a veces, parecen olvidados. No los vemos porque estamos descansando. Esto, según Juan Martínez, es fundamental, por lo que hay que poner en valor a estas personas. Los incentivos que reciben por nocturnidad, según las declaraciones de los protagonistas, «no compensan en comparación con las consecuencias negativas que conllevan». Como afirma Martínez, en épocas anteriores el trabajo nocturno era una excepción, pero actualmente está más normalizado. Por eso, cada vez son más las personas que vive afectadas por la nocturnidad.