Lo que no fue posible con Theresa May podría serlo con Boris Johnson siempre y cuando los unionistas del Ulster (DUP) no tumben el acuerdo tejido por Londres y Bruselas que incluye un nuevo protocolo para Irlanda, con un mecanismo alternativo a la salvaguarda irlandesa, para evitar el regreso de una frontera física a la isla de Irlanda y proteger el Acuerdo de Viernes Santo.

CONTROLES ADUANEROS

Pactos comerciales y normas de la UE

Como exigía Londres, Irlanda del Norte seguirá legalmente formando parte del territorio aduanero del Reino Unido, lo que le permitirá seguir beneficiándose de los acuerdos comerciales que pueda firmar en el futuro el Gobierno británico. Sin embargo, el territorio norirlandés seguirá vinculado al código aduanero europeo y al mercado interior lo que significa que Irlanda del norte tendrá que seguir aplicando las normas sanitarias y fitosanitarias, el IVA, las reglas de ayudas de Estado y los aranceles de la UE.

Para eliminar las distorsiones a la competencia en el mercado interior de bienes y mantener cierta coherencia entre el norte y el sur de la isla el acuerdo recoge que Irlanda del Norte aplicará las reglas sobre IVA de la UE, incluidas las exenciones y tipos de IVA reducidos.

LÍNEA DIVISORIA

Se establece una frontera en el mar

Se llevarán a cabo algunos controles para los productos procedentes de Gran Bretaña a Irlanda del Norte aunque serán limitados. «Para cuadrar el círculo, las autoridades británicas podrán aplicar tarifas aduaneras británicas a productos procedentes de terceros países siempre que no haya riesgo de que entren en nuestro mercado interior. Para aquellos sobre los que sí exista el riesgo se les aplicarán aranceles europeos», explicó Barnier.

DECISIÓN PARLAMENTARIA

Cuatro años para valorar el acuerdo

El Parlamento norirlandés decidirá cuatro años después de la salida de la UE si quiere seguir aplicando las reglas de la UE. Si decide que no, tendrá que volver a instaurarse una frontera física tras un periodo de transición de dos años. Este consentimiento tendrá que revalidarse cada cuatro años. Se trata de una concesión enorme por parte de la UE y del primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ya que hasta ahora los 27 siempre habían defendido que cualquier salvaguarda debía ser permanente y no limitada en el tiempo.

ESTÁNDARES EUROPEOS

Derechos sociales y medio ambiente

El acuerdo también incluye la revisión de la declaración política sobre las relaciones futuras entre la UE y el Reino Unido que marcará los contornos de la futura relación. El Gobierno británico de Boris Johnson ha dejado claro que quiere únicamente un acuerdo de comercio pero finalmente se ha comprometido, según Barnier, a mantener los estándares europeos en materia de derechos sociales, protección del medioambiente, ayudas de Estado o fiscalidad, lo que minimizará los riesgos de dumping social, medioambiental o laboral en el futuro.

EL CASO DE GIBRALTAR

Garantías a los ciudadanos

No se tocan ni las garantías dadas para proteger los derechos de los 3,3 millones de ciudadanos europeos y británicos afectados por la salida, ni la factura que tendrá que pagar Londres para salir de la UE ni el poder de veto de España sobre Gibraltar en el marco de las relaciones futuras o durante el período transitorio que arrancará tras la salida. Dicho de otra forma, el Gobierno español seguirá teniendo la última palabra en cuanto a la aplicación del futuro acuerdo comercial entre la UE y el Reino Unido en el Peñón.