Hay que conseguir que las mujeres se incorporen a la toma de decisiones en las empresas agroalimentarias y por eso uno de los objetivos del Plan Estratégico para la Agroindustria es que aumente un 20% su presencia en puestos directivos de empresas y cooperativas». Así de rotunda se mostró la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que no especificó, sin embargo, cuál es el punto de partida en esta materia ni las medidas que se adoptarán para conseguir que las mujeres, que son mayoría en muchas de estas empresas, suban peldaños en el escalafón. En un año como el que empieza, en el que las reivindicaciones feministas parecen haberse incorporado como ingrediente fundamental de todas las salsas políticas, no es de extrañar que Díaz, sentada a una mesa con más mujeres que hombres, destacara el reto de la igualdad como prioridad de este nuevo plan, que pretende impulsar uno de los motores económicos de la provincia de Córdoba, el sector agroalimentario.

El Rectorado de la Universidad de Córdoba, muy vinculada al desarrollo y a la innovación de esta industria, con iniciativas como el Ceia3, fue el escenario elegido para la puesta de largo de un plan aprobado en diciembre del 2017 y con una dotación económica de 728 millones de euros. La presidenta, que llegó desde Sevilla con 20 minutos de retraso tras su primer encuentro público con Pedro Sánchez después de meses, eludió las preguntas de los periodistas y se limitó, digámoslo así, a hablar de su libro.

Arropada por unas 300 personas, entre alcaldes de toda la provincia, autoridades como la alcaldesa de Córdoba, la delegada del Gobierno o el presidente de la Diputación, así como representantes sindicales y empresarios, Susana Díaz puso el acento en el esfuerzo de diálogo realizado para consensuar el plan, que ha tardado más de dos años en definirse y ha incorporado el 75% de las 400 propuestas presentadas. En este momento, las más de 7.000 industrias agroalimentarias, que emplean a más de 46.000 personas, aportan una quinta parte del valor de toda la industria andaluza, más de 14.000 millones de euros de facturación. De aquí al 2020, en poco menos de tres años, este plan deberá cumplir unos retos ambiciosos entre los que se incluyen la creación de unos 7.000 nuevos puestos de trabajo (un 15% de incremento respecto al actual), aumentar en un 42% la facturación de productos de calidad diferenciada, duplicar el número de empresas con actividad innovadora y la presencia de empresas en el mercado digital o aumentar en un 20% las firmas exportadoras, así como superar el 50% de ventas fuera de la Unión Europea y atacar la temporalidad en el empleo reduciéndola en un 10%. La Junta cuenta para ello con el respaldo de sindicatos y empresarios.

Las que fueron y no están

EMPRESARIOS // El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González, valoró el esfuerzo realizado, al tiempo que planteó la necesidad de aportar soluciones urgentes a problemas como «la intensa sequía, el gran problema de la agroindustria en este momento»; el conflicto con EEUU por el bloque de la aceituna negra, «que puede ampliarse a otros productos si no se ataja», o los escenarios de exportación que plantean fenómenos como el brexit en el Reino Unido. Del mismo modo, apuntó debilidades del sector en las que hay que seguir trabajando como el acceso a la financiación o la creación de un modelo normativo estable y flexible y abogó por repensar los modelos para que la industria agroalimentaria pueda dar respuesta a desafíos como el cambio climático o el mercado online.

Acabar con la temporalidad