El desarrollo de energías renovables se ha paralizado en Córdoba durante los últimos cuatro años. La moratoria aprobada por el Gobierno de España en el 2012, que suprimió los incentivos económicos para las nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de cogeneración, renovables y residuos, y otras normativas posteriores para la regulación del sector han provocado un frenazo en el impulso de estas tecnologías y también han ocasionado «una situación de incertidumbre jurídica sobre el autoconsumo», según destaca la Junta de Andalucía en su Informe de Infraestructuras Energéticas. Este documento indica que Córdoba finalizó el 2016 con 669 megavatios de potencia para la generación de electricidad y este dato representa un aumento de solo un 1% respecto al año 2012. La evolución es llamativa si se tiene en cuenta que desde el 2008 hasta ese momento la potencia eléctrica procedente de energías verdes se había más que duplicado, pasando de 310 megavatios a 663 megavatios y registrando una subida del 114%.

La potencia eléctrica renovable representaba a finales del 2015 casi el 64% del total en la provincia y de los 1.048 megavatios instalados, solo 379 corresponden a otras fuentes. En esta línea, el informe recuerda que Córdoba tiene una única central térmica convencional, que es la planta de carbón de Puente Nuevo (324 MW). También dispone de siete instalaciones de cogeneración (estas producen energía eléctrica y calor que es consumido en algún proceso) y todas funcionan con gas natural excepto una, que emplea gasóleo. La potencia instalada en el 2015 era de 54,83 MW, por lo que no había variado en todo un lustro.

En cuanto a la generación con energías verdes, las cifras del 2016 apuntan que Córdoba suma casi el 11% de la potencia instalada en Andalucía, que alcanza los 6.123 MW. El peso más destacado corresponde a sus seis plantas termosolares, que con casi 300 MW representan el 30% de la comunidad autónoma. La Agencia Andaluza de la Energía destaca que esta es la segunda provincia que tiene más potencia fotovoltaica conectada a red, al sumar cerca de 192 MW, y dispone de 3,85 MW en sistemas aislados, por lo que concentra el 22% del total regional. Asimismo, existen siete instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo, con 116 KW de potencia.

El tercer lugar del ránking provincial es para la hidroeléctrica, que con 15 centrales ofrece 89 MW, el 14% andaluz. La biomasa tiene 81 MW y representa el 31% regional. Así, hay que subrayar que Córdoba sobresale en esta tecnología, al albergar 8 plantas que utilizan, principalmente, como combustible biomasas del olivar (orujo, poda de olivo...). Junto a esto, tiene una planta de producción de biogás a partir de lodos de depuradora (para autoconsumo) y una instalación de aprovechamiento de gas de vertedero, con una potencia instalada de 3 MW. En estos momentos, no alberga ningún parque eólico en funcionamiento (este recurso es escaso) y solo tiene 3 KW de energía minieólica aislada para electrificación rural.

La generación de calor con renovables también comprende diversos recursos en Córdoba, como los 47.721 metros cuadrados de superficie solar térmica instalada (ha crecido un 41% en cuatro años) y las 4.589 instalaciones de biomasa, lo que se traduce en una potencia de 389 MW. La potencia geotérmica (para calefacción) es de 320 KW.

En cuanto a la actualidad del sector, el año pasado tuvo lugar la primera subasta de renovables desde el inicio de la moratoria. A principios del 2017, la Asociación de Empresas de Energías Renovables ha criticado «la precipitación» en una nueva subasta anunciada por el Gobierno, que ha sido retrasada y se realizará en el primer semestre.