El veterinario de Pozoblanco Francisco Escribano es el director del programa El Dehesafío, que en su primer año ha contribuido a la replantación de encinas en diez fincas de dehesa de la provincia, con la participación de unos 300 niños de 10 centros escolares y la colaboración de distintas entidades.

Escribano recuerda que «la dehesa ha llegado a un punto en que necesita apoyo para regenerarse». Acerca de la importancia de este ecosistema, destaca que la salud de estas superficies es fundamental para que se pueda seguir produciendo cerdo ibérico, un producto único en el mundo, pero también subraya que toda la provincia debería implicarse en su conservación, porque «es nuestra mejor herramienta en la lucha contra el calentamiento global».

El Dehesafío cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Pozoblanco y de Covap, aunque el objetivo es que otras entidades se sumen a este proyecto, impulsado hace casi un año por la Asociación de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual (Famidis), que también preside este veterinario, con el objetivo añadido de favorecer la inclusión del colectivo. El próximo otoño continuará el trabajo de replantación que no se pudo acometer en la pasada primavera debido a las altas temperaturas. De este modo, con el inicio del curso escolar el programa se volverá a presentar en los centros educativos para reanudar la labor de regeneración de la dehesa.