Tienden a la abstención más que el resto de los ciudadanos. Se definen como liberales (un 17% frente a franjas de más edad, donde se impone la socialdemocracia) y muchos de ellos están aún indecisos. Este año están llamados a votar tres millones de jóvenes de entre 18 y 24 años en España. De ellos, más de un millón votan por primera vez, y representan el 8% del electorado. En Andalucía, en esa tesitura están 234.428 jóvenes (lo que supone un incremento de 54.173 nuevos electores en relación a los comicios celebrados el 26 de junio de 2016, un 0,82%), según datos consultados por Europa Press en la Oficina del Censo Electoral. De ellos, 22.900 debutarán en alguna de las urnas de la provincia de Córdoba.

Según los datos del CIS, apenas el 50 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años está seguro de qué votará en las próximas elecciones generales, mientras que un 14 % tenía decidido que «con toda seguridad» no iría a las urnas el 28 de abril. En esa horquilla de volatilidad está José Carlos Malagón, estudiante de 1º de Educación Física en Sevilla, al que se le pasó el plazo para solicitar el voto por correo y que no sabe aún si podrá venir a Córdoba a votar o no. «Mi intención es ir a votar, pero si al final no puedo hacerlo tampoco pasa nada», comenta, al tiempo que niega que le haga «ilusión, ilusión» el debut.

En la indecisión del voto joven hay, según las encuestas, una buena dosis de desapego hacia la política, motivado algunas veces por el hecho de que en algunas familias no sea este un tema importante. No es el caso de Mario Cantador, otro cordobés que irá por primera vez a votar el domingo: «Mis padres me han educado de una manera y yo considero importante ir a votar, por eso lo haré», explica. Mario sí sabe a quién votará. En realidad, lo tenía claro antes de empezar la campaña. «He leído algunos programas electorales, y he hecho test de esos de afinidad política», añade. Es minoría frente al 67,5 % de los jóvenes que reconoce no sentir simpatía por los partidos políticos y el 36,8% que considera que ningún partido es cercano a sus ideas. «Me informo para poder debatir con quienes no piensan como yo», asegura.

Por contra, María Valenzuela está decidida a votar, pero aún no sabe con seguridad a quién hacerlo: «Voy a esperarme a los debates para decidir mi voto, porque aún claro, claro no lo tengo». Entre los amigos de María hay algunos vinculados a partidos, pero una gran mayoría está entre los que «no se interesan por la política», algo que ella respeta pero no comparte. «Es importante votar porque somos el futuro y tenemos que preocuparnos por las decisiones que se tomen, ya que nos van a afectar».

También es consciente de esa importancia Rosa Muñoz, que vota con ilusión por ser la primera vez («quizá más tarde lo veamos como una rutina»), pero también temerosa de que «no sirva de nada y de que todo siga igual». Se ha preocupado de informarse sobre las ofertas de los partidos, y está al tanto de la campaña por twitter y televisión.

En intención directa de voto, el partido que, con los datos del barómetro del CIS de febrero, logró más apoyo potencial de los jóvenes fue el PSOE, seguido con empate por Cs y Unidas Podemos. En los siguientes puestos se sitúan el PP, Vox y Pacma.