Algo se está moviendo. El debate está en el aire, a veces, en un aire más cargado de lo normal porque hay posturas enfrentadas que echan chispas cuando se ven de frente. Y sin embargo, da gusto que por una vez la igualdad sea motivo de conversación y que aquellos que defienden el status quo se queden sin argumentos para imponer sus tesis machistas. Porque, vaya por delante, el feminismo no consiste en poner a la mujer por encima del hombre sino en que ambos estén al mismo nivel y en igualdad de derechos, justo lo que no pasa ahora. Las contradicciones se dan incluso entre parejas, como la compuesta por Rosana y Javier, que ayer explicaron a este periódico sus planteamientos. «Soy autónoma, quiero hacer huelga pero no puedo cerrar mi negocio, aún así está claro que las mujeres no tenemos los mismos derechos que los hombres y hay que luchar para conseguirlo». A su lado, sentado en el mismo banco, Javier le replica: «Yo estoy en contra, no de la igualdad sino de la huelga, porque está promovida por los sindicatos que son quienes cobran porque otros dejen de trabajar», asegura convencido. «No creo que una huelga solucione nada, esto es un circo en el que los sindicalistas llaman al anticapitalismo para excluir a las mujeres de derechas», sentencia. A solo unos pasos, Ángeles Ruiz y su esposo, que pasean por Las Tendillas en el momento en que CCOO y UGT informan de los motivos de la convocatoria, piden información al respecto. «Estoy de acuerdo con la movilización, estamos hartas de estar siempre a la cola de todo y el problema es que no estamos lo bastante unidas, que si no...», afirma sincera. «Y lo digo yo que tengo dos hijos que no son nada machistas, pero hay mucho por hacer», añade. Su marido, Pedro, asiente con la cabeza. «La apoyo al cien por cien, mujeres y hombres tenemos que ser iguales para todo y aunque rechazo el feminismo radical, estoy de acuerdo con el feminismo que defiende la igualdad». También hay quien no sabe de qué va la cosa. Sandra confiesa no haberse enterado de lo que se cuece. «Debería haberlo hecho por ser mujer, pero no tengo ni idea», explica, «lo que tengo claro es que no estamos en igualdad de condiciones». Joaquín, de 54 años, cree que la huelga no tiene sentido. «Si tú cobras menos que un hombre, lo que tienes que hacer es irte al juzgado porque hay leyes que prohíben que esto sea así, hace tiempo que hombres y mujeres somos iguales», considera. A veces los mayores son menos conservadores que los jóvenes. Paco Dios, Federico Luque o Antonio Mata, todos de más de 70 años, están convencidos de que la huelga llega tarde. «Tendrían que haberla hecho hace años», aseguran, «estamos de acuerdo, las mujeres siempre han trabajado más que los hombres dentro y fuera de casa, y eso no es justo, además está claro que pueden hacer lo que quieran, cualquier trabajo». Lola, una ama de casa o Consuelo y Andrea, madre e hija, harán hoy huelga en la medida de sus posibilidades. «Por lo menos, en casa», afirma Lola, que culpa del machismo también a las mujeres. «A veces, por no oírles hacemos nosotras las cosas y así nos va», asevera mientras Consuelo, autónoma, dice que hará huelga en casa. «Lo que está claro es que si paran las mujeres se para el mundo». El debate flota en el aire. ¿Y tú qué opinas?