El ministro de Cultura, José Guirao, no quiso pronunciarse ayer sobre las partidas presupuestarias destinadas a Córdoba, si bien sí hizo referencia a un proyecto que está parado desde el año 2016. Se trata de la Biblioteca del Estado (o de los Patos), una intervención a la que aludió el ministro para afirmar que «está pendiente de la licencia municipal de obras» e indicó que durante su visita de ayer a la capital tenía intención de hablar con la alcaldesa, Isabel Ambrosio, para que «lo agilice», ya que, tras un parón, el proyecto ya está adjudicado a la empresa Tragsa. En las cuentas que ahora inician su trámite parlamentario se han consignado 4,5 millones de euros para la Biblioteca.

Guirao también se refirió al Museo Arqueológico e informó de que ya se están haciendo obras en el palacio, con un presupuesto de 900.000 euros, pero la ampliación está también pendiente de la licencia de obras. En el caso del Museo de Bellas Artes, el responsable de la cartera de Cultura señaló que «hay que hablarlo» y ver «ahora qué piensa la nueva Administración de la Junta». Sobre la propuesta de llevar el nuevo museo a la zona cercana al C3A, comentó que «es muy reciente y hay que verlo al detalle».

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que también cumplió ayer con una intensa jornada en Córdoba, tampoco quiso referirse a las partidas consignadas para la provincia en los presupuestos del Estado, aunque sí valoró la filosofía global de las cuentas y lo que significan para la comunidad autónoma andaluza. Así, Calvo comentó que los presupuestos evidencian «una apuesta decidida por Andalucía y nadie va a entender que no se apueste por un crecimiento del 44%, que es el que se destina a esta tierra». A su entender, «va a ser difícil decir no desde Andalucía, porque son los presupuestos que necesita esta tierra para sacar de las dificultades a mucha gente y actuar en el ámbito educativo, sanitario, en la dependencia...».

Calvo se ha referido así a los apoyos parlamentarios que precisan las cuentas y que ahora se enfrentan a un verdadero baile de equilibrios para salir adelante. A su juicio, «el Gobierno respeta la estructura territorial del país y reconoce las dificultades de los ayuntamientos y autonomías después de años de irracionalidad, con recortes y con un derribo de las políticas de igualdad». Este es un presupuesto, aseguró, «igualitarista para las clases medias y trabajadoras».