La sequía que viene afectando a la cuenca del Guadalquivir ha llevado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a comenzar a adoptar medidas. La comisión permanente de seguimiento de la sequía se reunió la semana pasada, con la presencia de los distintos representantes de los usuarios (regadío, abastecimiento e industria), administraciones, organizaciones ambientales, empresarios y sindicatos, además de directivos de la propia Confederación. En este encuentro, el jefe de Planificación de la CHG, Víctor Cifuentes, destacó que las aportaciones recibidas en los embalses de la cuenca desde el inicio del año hidrológico han sido inferiores en un 85% a las aportaciones medias de los últimos 25 años. Así, Cifuentes señaló que la precipitación ha sido un 40% inferior a la media histórica.

Teniendo en cuenta los distintos escenarios, desde la Confederación se señala que las previsiones de reservas en la regulación general se situarán en mayo en 1.670 hectómetros cúbicos en un 90% de probabilidades. Por ello, la CHG señaló que se cumplirán estrictamente los caudales ecológicos y se llevarán a cabo obras de emergencia para favorecer el abastecimiento. Del mismo modo, insistirá en la necesidad de que los municipios de más de 20.000 habitantes dispongan de un plan de emergencia para la sequía, el aumento del control y vigilancia de los consumos, el uso de aguas regeneradas para riego y movilización de recursos adicionales y cambio de tomas para optimizar el rendimiento.