El número de mujeres españolas que ejercen la prostitución y son atendidas por la organización humanitaria Cruz Roja en Córdoba se ha elevado en torno a un 30% con la recesión económica. La responsable del proyecto Intervención integral con personas en entornos de prostitución, Ana Montes, ha indicado que esta es la evolución detectada desde el inicio de la crisis, precisando que antes las personas de nacionalidad española centraban menos atenciones que las extranjeras, pero en la actualidad han llegado a representar la mitad de las que participan en este proyecto.

Desde esta institución apuntan que la mayoría de casos se relaciona con las dificultades económicas, aquellas situaciones en las que la persona tiene una necesidad muy elevada de conseguir dinero y ha agotado las posibles vías para hacerlo. En esta línea, la responsable también señala que las mujeres que comienzan en la prostitución desconocen cuándo podrán salir de este mundo.

En el primer semestre del año, Cruz Roja ha contabilizado 76 usuarias en Córdoba y 47 se encuentran en la capital, donde la institución ha realizado el mismo número de visitas a pisos encubiertos, así como 22 intervenciones en la calle. De otra parte, un total de 16 personas han sido ayudadas en un club cercano a Baena y han sido atendidas otras 13 en Puente Genil y Lucena, donde han realizado 24 visitas.

Los datos del 2017 se engloban en el balance de esta labor comenzada por Cruz Roja en Córdoba en el 2008, que le ha permitido atender a 469 personas (en algunos casos, durante años), de las que el 96% son mujeres y el resto, hombres. Estas pertenecen a una treintena de naciones diferentes, aunque sobresalen con los números más elevados España (102); Rumanía (88); Paraguay (45); Colombia (43); Brasil (36); Rusia (31); Nigeria (19) y República Dominicana (14).

En cuanto a su edad, los grupos más importantes tienen entre 18 y 34 años (el 45%); y entre 35 y 49 años (43%), aunque hay personas mayores. Por localidades, la capital cordobesa concentra el 77% de los casos; Puente Genil y Lucena suman el 13% y Baena, cerca de un 10%.

Cruz Roja es una de las entidades que trabaja con este colectivo en la provincia y le ofrece orientación social e información en materia de salud; le entrega productos sanitarios, de parafarmacia (material de higiene y preventivo), y comida y bebida reparadora en la calle; realiza seguimientos sociales y sanitarios, y presta apoyo psicológico. Ana Montes explica que el objetivo del proyecto es llegar a la persona, saber en qué situación se encuentra realmente (en un primer momento, no suelen manifestar sus problemas), qué necesita «y en función de esto, intentar darle respuesta». De este modo, subraya que «la decisión es de ella», aunque cuando se observa que la mujer pudiera ser víctima de explotación sexual o de trata, en caso de que opte por denunciarlo se le indica los pasos a seguir y se le acompaña en el procedimiento.

Esta responsable hace hincapié en que son personas con «la autoestima muy mermada, que están solas o no tienen colchón económico para poder dar el paso». En este sentido, la organización ofrece a estas mujeres alternativas de vivienda, las ayuda en la búsqueda de empleo y les presta apoyo económico puntual.

Sobre las circunstancias en las que viven, Ana Montes comenta que a las características de este trabajo se añaden circunstancias como las experiencias personales, recordando que «cada mujer tiene sus dificultades y ha tenido su vida», e indicando que la prostitución se suele ocultar a los demás, lo que «genera ansiedad y problemas».