La Gerencia de Urbanismo está viviendo una situación atípica que tiene bastante que ver con la crisis, que ha disparado el número de licencias de obras que caducan, hecho especialmente evidente entre marzo y abril. Desde el 21 de marzo, han sido 40 los expedientes que han llegado a la comisión municipal de licencias bajo el epígrafe de Caducidad de licencias concedidas y no retiradas , algo poco habitual hasta ahora. Esta cifra representa casi el 10% de los más de 500 expedientes abordados en lo que va de año en la comisión entre permisos de obra, de ocupación y utilización, recursos, licencias de actividad y obra, denegaciones y declaraciones responsables de actividades --licencias exprés--. Normalmente se otorga un plazo de un año para iniciar las obras desde la concesión del permiso.

La situación se ha hecho más evidente a partir del 21 de marzo, momento en el que la comisión municipal declaró caducadas 13 licencias al haber sido concedidas hace más de un año y no haber retirado sus demandantes la documentación y pagado las tasas. Eran de toda índole, para la construcción de viviendas, demolición, limpieza y pintura de una cornisa, legalización de un garage o el cerramiento de una parcela. Después, el 28 de marzo, llegaron 14 más a la comisión, que también declaró su caducidad, pedidas para la adaptación de locales para negocios como peluquerías, venta de oro, frutos secos y ferretería; instalaciones fotovoltaicas sobre naves industriales; instalación de una rampa de minusválidos; pintura de una fachada de edificios; rehabilitación de viviendas; e, incluso, la reforma parcial de la Facultad de Medicina para la conexión con el edificio de usos múltiples. El 18 de abril, la comisión dio por caducadas otras 13 que fueron demandadas para la construcción de un edificio de 8 viviendas; la adaptación de locales para la venta de productos dietéticos, peluquería y regalos; la sustitución de una planta enfriadora; la construcción de una vivienda y la rehabilitación de otra; la adaptación de naves para un bazar o para oficinas; la sustitución de una cubierta; y la pintura de los patios de un edificio. Ante esta avalancha de permisos caducados, el grupo municipal socialista ha pedido que se les dé más plazo a los solicitantes, se tengan en cuenta las circunstancias de crisis y se vea otra vez el expediente.

Ante esto, Urbanismo está enviando cartas, por orden de antigüedad, a los afectados para que retiren las licencias. El presidente de Urbanismo, Luis Martín, explica que se han enviado más de 120 cartas, que son las licencias pedidas entre 2009 y 2010 y no retiradas. De ellas, y según Martín, "hubo una respuesta en bloque de la Axerquía Norte porque sus demandantes no habían cobrado las ayudas" de la Junta para la rehabilitación. En esta situación hay 18 licencias que están retenidas a la espera de esas ayudas. Martín señala que "a todos los que han contestado no se les ha llevado a la comisión de licencias", aunque Urbanismo volverá a enviarles cartas instándoles a retirarlas. En unos casos argumentan falta de financiación o que han cambiado de opinión, señala. Otra medida será "comprobar si las obras se están realizando sin licencia, sobre todo, las menores", señala. Del más del centenar de licencias caducadas, añade, hay 30 cuyos solicitantes han acabado pagando las tasas tras el requerimiento de Urbanismo. También llegan recursos contra la caducidad y si el solicitante "viene cuando la recibe, se le estima y se le da la licencia".