El Ayuntamiento ya cuenta con el grupo de expertos con el que pretende reclamar la titularidad pública de la Mezquita-Catedral. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, y el exdirector general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, que preside la comisión que ayer inició su andadura, presentaron a sus integrantes y dieron a conocer sus objetivos. La constitución de esta comisión no ha sentado bien al Cabildo, que sigue percibiendo la polémica en torno a la Mezquita-Catedral como «un ataque», tal y como manifestó poco después de la presentación del grupo de trabajo, reivindicando, además, que la Mezquita-Catedral pertenece a la Iglesia. Tampoco ha gustado al PP, que criticó su composición y sus fines.

Junto a Mayor Zaragoza estará la exministra de Cultura y recién elegida secretaria de Igualdad en la nueva dirección federal del PSOE, la cordobesa Carmen Calvo Poyato, que participa por su condición de catedrática de Derecho Constitucional. Los otros dos miembros del equipo son el especialista en Historia Medieval del departamento de Historia, Geografía y Antropología de la Universidad de Huelva, Alejandro García Sanjuán; y el doctor en Filosofía y Letras e historiador medieval de la UCO, Juan Bautista Carpio Dueñas.

Aunque no se marcaron plazos concretos, Mayor Zaragoza se comprometió a que la comisión emita sus conclusiones antes de final de año. En este sentido, la alcaldesa indicó que importa «más el contenido y el valor del trabajo que los plazos», por lo que tampoco se descarta que el dictamen llegue a principios del 2018. Ese dictamen no será vinculante, es decir, de obligado cumplimiento, aunque la alcaldesa dejó claro que «nadie reúne a expertos para trabajar y no escucharlos».

¿Qué se espera de esta comisión? La alcaldesa explicó que el objetivo de la comisión, que tendrá carácter asesor y funcionamiento autónomo, es «dotar al Ayuntamiento de los argumentos necesarios para que la Mezquita-Catedral vuelva a tener titularidad pública y vuelva a ser de los cordobeses, de España y de todo el mundo». Por su parte, Mayor Zaragoza indicó que la comisión dirá «cómo volver a la situación que prevalecía antes del 2 de marzo del 2006», es decir, antes de que la Iglesia inscribiese a su nombre el monumento. En aquel momento, añade, había «una situación excelente de convivencia perfecta y ejemplar entre católicos y musulmanes». La comisión hará una selección de los informes existentes y profundizará «en los que tienen que ver con la posibilidad de que se retrotraiga la situación de la Mezquita-Catedral» a hace once años. Mayor Zaragoza asegura que hay «dictámenes muy bien hechos que demuestran que las decisiones que permitieron las inscripciones de esta naturaleza son inconstitucionales».

Por ello, lo primero será «considerar hasta qué punto bastaría con llegar a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para volver a la situación del 1 de marzo del 2006». Uno de los argumentos esgrimidos a favor de la tarea que tiene esta comisión por delante, según Mayor Zaragoza, que la Iglesia no inscribió «la Mezquita-Catedral», sino «la Santa Iglesia Catedral».

El exdirector general de la Unesco dejó claro que no busca «el enfrentamiento», sino todo lo contrario, ya que viene «a resolver cosas», y se mostró dispuesto a hablar con el obispo, Demetrio Fernández. No obstante, califica de «desafortunadas» las declaraciones realizadas por el obispo en Estados Unidos.

El también presidente de la Fundación Cultura de Paz se mostró partidario del culto compartido en la Mezquita-Catedral, aunque a título particular, recordando que se permitió en 1978. En este sentido, la alcaldesa dejó claro que el culto compartido «no es el objeto del trabajo de esta comisión».

Durante la presentación, Isabel Ambrosio manifestó que el equipo de gobierno sigue manteniendo que «la Mezquita-Catedral debe seguir siendo Patrimonio de la Humanidad», que su «titularidad debe ser pública» y que «la gestión pública no entorpece, todo lo contrario, mejora la consecución de los objetivos», por lo que el hecho de que «la Iglesia mantenga la propiedad de la Catedral y el culto religioso que se preste en ella no ha sido un obstáculo en ningún momento ni es incompatible con el objeto de esta comisión».