Córdoba es tradicionalmente una provincia emisora de trabajadores, es decir, es mayor el número de personas que optan por marcharse a otros lugares para trabajar que la cifra de los que llegan a la provincia por un empleo. Así, por cada contrato que se registra de entrada se dieron el pasado año 1,48 empleos de salida. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) destaca en un informe publicado recientemente que durante el último ejercicio se contabilizaron 98.850 contrataciones de residentes en Córdoba que tuvieron que abandonar la provincia, lo que supone un 3,4% más que en el 2017. Por el contrario, empresas de Córdoba firmaron 66.565 contratos a trabajadores de otros lugares, con lo que saldo de contratos con movilidad interprovincial fue negativo al ascender a 32.283, lo que sitúa a Córdoba como la quinta provincia de España con mayor saldo negativo, sólo por detrás de Cádiz, Toledo, Alicante y Tarragona. De esta manera, la tasa de movilidad, es decir, los contratos firmados por personas que se desplazan de una provincia con relación al total de contrataciones asciende al 14,36%, superior al 14% de España y al 5,7% de Andalucía. Pero, ¿cuál es el perfil del trabajador que opta por buscar un empleo en otra provincia y en qué sectores hay más? La mayor parte suelen ser hombres (67.401 contratos firmados de los 98.850) y el principal destino continúa siendo Sevilla en los dos sentidos, tanto de entrada como de salida. Así, en el 2018, trabajadores procedentes de Sevilla se beneficiaron de 17.844 contratos, una cifra que supera ligeramente los 17.658 contratos que consiguieron trabajadores procedentes de Córdoba en Sevilla. Las siguientes provincias de destino fueron Jaén (8.557 empleos), Málaga (8.442), Madrid (5.017), Granada (3.178) y Badajoz (2.268). Por el contrario, los trabajadores que firmaron más contrataciones en Córdoba procedían, tras Sevilla, de Jaén (5.977), Málaga (4.533), Badajoz (2.456), Granada (2.349) y Huelva (1.967).

El Servicio Público de Empleo Estatal destaca que más de la mitad de los contratos que implicaron movilidad se concentraron en la agricultura, ya que acapara el 60% de los contratos de quienes vienen a trabajar a Córdoba y el 48% de los empleos suscritos por cordobeses que se desplazan a otras provincias. Tras la agricultura, que permitió 47.163 contratos en otras provincias, siguieron las actividades relacionadas con servicios de comidas y bebidas (7.209), trabajos de construcción especializada (3.616), construcción de edificios (3.085), servicios de alojamiento (3.083), comercio (2.815) y sanidad (2.448).

Otro de los rasgos principales de la movilidad de los cordobeses es que una gran parte suele ser para trabajadores con estudios primarios o sin acreditar (46.639 contratos), nivel al que sigue los que tienen educación secundaria (25.952), bachillerato (6.076), ciclos formativos (10.682) y educación superior (9.261).