La hora de la puesta de largo en la Liga 2018/19 le ha pillado al Córdoba poniéndose los zapatos a la carrera, con la corbata colgada del cuello y con el nudo sin hacer cuando las luces se están encendiendo y los primeros compases de la música comienzan a sonar. De hecho, algunos lo ven más desnudo que vestido, pero lo que está claro es que el conjunto blanquiverde se estrenará esta noche ante el Numancia (22.00 horas) en El Arcángel, un rival que aspira a estar en los puestos altos de la tabla, visto el rendimiento que ofreció el equipo soriano la pasada temporada. Ahora, a las órdenes del exblanquiverde Aritz López Garai, se estrenará en la competición en un coliseo ribereño que, a pesar de todos los contratiempos, debe registrar una buena entrada, gracias a los más de 15.000 abonados que lleva en la actualidad y a la política de precios populares anunciada por el club, debido al complicado verano que ha padecido el Córdoba.

Un verano marcado por «el dicho límite salarial», como lo calificó en su día el presidente del Córdoba, Jesús León (vea la entrevista en las páginas 4 y 5). El exceso de la pasada temporada, junto a los desmesurados gastos en la segunda vuelta, que no tenían otro objetivo que el de la salvación -milagrosa- conseguida, ha atado de pies y manos a la entidad blanquiverde, que anunció su primer fichaje veraniego el pasado miércoles, a sólo tres días del inicio liguero.

Si frenéticos están siendo estos días, las últimas jornadas de agosto lo serán aún más. Por lo pronto, la dirección deportiva capitaneada por Rafa Berges ha logrado inscribir a Franck Bambock y fichar a Luis Muñoz y a Federico Piovaccari, mientras que aspira a inscribir a Edu Ramos, realizar un fichaje más y solventar las pegas de la inscripción de Pawel Kieszek, inscrito con el contrato de la pasada temporada, no con el nuevo compromiso que firmó el polaco con el club.

Mientras que en la entidad blanquiverde soñarán en las próximas dos semanas con cerrar el traspaso de Sergi Guardiola al Getafe, operación que tomará ritmo, de nuevo, la próxima semana, el club debe acomodarse a ese descuadre «de entre dos y tres millones de euros», según reconoció León, que sólo le permitirá firmar jugadores con una ficha equivalente al mínimo interprofesional (algo menos de 80.000 euros) y, desde luego, seguir todas las directrices, paso a paso, que les marque LaLiga, que mira con lupa cualquier movimiento en El Arcángel.

Todas estas dificultades se llevaron por delante al entrenador elegido por el club, Francisco Rodríguez, que presentó su dimisión a los algo más de 50 días de haber sido anunciado, siendo reemplazado por el entrenador que comandó el milagro protagonizado por la plantilla blanquiverde la pasada temporada. Una gran base de aquella plantilla estará esta noche sobre el terreno de juego de El Arcángel. De hecho, portería, defensa y gran parte del centro del campo serán, prácticamente, los mismos que en el pasado mes de junio.

El rival del estreno es un Numancia con ciertas aspiraciones, pero lo cierto es que esta Segunda División de la temporada 2018/19 es la que más aroma a Primera tiene en los últimos años. Al menos, a priori, ya que sólo cuatro de los 22 equipos que la disputan nunca llegaron a la máxima categoría del fútbol español. Muchos nombres de postín tendrá el Córdoba de Sandoval esta temporada: Deportivo de la Coruña, Las Palmas, Málaga, Osasuna, Sporting, Cádiz, Granada, Oviedo o Tenerife, por lo que está cantado que habrá más de una decepción sonada.

El Córdoba, por su parte, aspira a lograr los 50 puntos cuanto antes y, dados los graves problemas que ha padecido en verano, está claro que su mayor competidor será, precisamente, el Córdoba. Su capacidad para competir será su reto en su temporada más difícil.