Como cada año, el Viernes de Dolores marca la antesala de la Semana Santa y cofrades y público en general se echaron a la calle para visitar a las imágenes, con especial veneración a la Señora de Córdoba.

Así, un Viernes de Dolores más, la Virgen de la Paz estuvo en besamanos en Capuchinos. Fueron cientos las personas que se acercaron a besar la mano de la popular dolorosa, que estuvo entronizada en la puerta del templo, ricamente exornado para este piadoso acto. No fue el único. En la iglesia de los padres Trinitarios, el Cristo de Gracia también estuvo expuesto a la veneración de los fieles, en esta ocasión en besapiés. El crucificado, que este año cumple cuatrocientos años de su llegada de América, lució en la capilla donde recibe culto diario. Idéntico acto se vivió en la iglesia de San Agustín alrededor del Cristo de las Angustias.

Por la tarde, todo estaba dispuesto para que comenzaran los vía crucis, si bien una insistente lluvia que comenzó a primeras horas de la tarde impidió que las imágenes salieran, celebrándose el tradicional rezo en el interior de los templos.

Un intenso día que se alza como preámbulo a hoy, Sábado de Pasión, donde seis cofradías se pondrán en la calle.