Las entidades que trabajan con los inmigrantes en Córdoba han acogido las propuestas sobre inmigración de la ultraderecha en Andalucía con escepticismo. Mientras APIC se abstiene de valorar la exigencia de Vox de expulsar a 52.000 inmigrantes en situación irregular al considerar que «no es nada definitivo», en Córdoba Acoge, su presidente, Enrique Garcés, opina que hay más ruido mediático que medidas factibles. «Vox está dando mucho juego a los medios dando voz a la reclamación de una parte minoritaria de la ciudadanía que pide este tipo de medidas intransigentes, pero no le damos más importancia de la que tiene, esas propuestas no van a ninguna parte». Aún así, afirma que «no se puede obviar que esa tendencia existe en la sociedad» y considera «interesante que el debate se lleve al Parlamento andaluz».

Para Garcés, los derechos de las personas inmigrantes están garantizados «por nuestro ordenamiento jurídico y la Unión Europea», por lo que cree que la formación de Santiago Abascal busca sobre todo «el sensacionalismo y crear polémica». Córdoba Acoge insiste en que para combatir la xenofobia y los falsos mitos que rodean a la inmigración hay que recordar que los inmigrantes «no solo no son una amenaza, ni los que nos quitan el trabajo, sino que son la solución a una realidad como es la caída de la natalidad, que ya está aquí». Desde este planteamiento, Córdoba Acoge, que trabaja en una provincia que está a la cola en Andalucía en número de inmigrantes, sigue reclamando «la regularización de la situación de los inmigrantes dotando de los recursos necesarios para ello». De PP y Cs, espera «que, como partidos demócratas, se desmarquen de ese discurso extremista de la ultraderecha».