Si alguien pensaba que tras los 6.000 controles de vehículos realizados durante la pasada semana de Feria en Córdoba se había acabado el riesgo de ser sometido al azar a un control de alcoholemia o consumo de drogas, se equivocaba. Acabado el periodo festivo, en el que la Guardia Civil ha denunciado a 155 conductores, 125 de los cuales dieron positivo en alcohol y 29 en drogas (uno más se negó a someterse a las pruebas y está siendo investigado por un supuesto delito contra la seguridad vial), vuelve la rutina pero los controles de la DGT continúan. Y eso que la cifra de denuncias registrada este año durante la Feria no ha aumentó, sino que se mantuvo exactamente en los mismos términos que el año pasado. Ni uno más, ni tampoco uno menos. De los conductores que arrojaron positivo en alcoholemia la semana pasada, trece fueron investigados por un supuesto delito contra la seguridad vial porque superaban la taasa de 0,60 mg/litro. El resto, estuvieron por debajo, por lo que recibirán una infracción administrativa. La mañana del domingo 2 de junio fue la de más actividad, pues fueron detectados 49 conductores que circulaban bajo los efectos del alcohol o drogas, en dos macrodispositivos simultáneos realizados en la autovía A-4.

SANCIONES PREVISTAS / Cabe recordar que estas denuncias conllevan una sanción de entre 500 y 1.000 euros y la detracción de entre 4 y 6 puntos del permiso de conducir. Los conductores investigados por un delito contra la seguridad vial por rebasar la tasa de 0,60 mg/litro podrían ser castigados con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.

La subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela, y el jefe provincial de Tráfico en Córdoba, José Antonio Ríos, presentaron ayer una nueva campaña de sensibilización puesta en marcha ayer en toda España, en colaboración con los ayuntamientos, que se traducirá en Córdoba en 700 controles diarios hasta el próximo 9 de junio. «Serán controles dinámicos para evitar el efecto aviso entre conductores y se realizarán a cualquier hora del día, en vías urbanas e interurbanas», recalcó Ríos, que también indicó que se realizarán cuando un conductor «cometa una infracción o se vea implicado en un accidente de tráfico». Según las estadísticas, el alcohol y las drogas están detrás de uno de cada cuatro accidentes mortales. Valenzuela hizo hincapié en la importancia de estas campañas de concienciación, ya que «de los conductores fallecidos en carretera, el 33% habían consumido drogas o alcohol». En Córdoba, el año pasado fueron sancionados por superar la tasa de alcoholemia o conducir con presencia de drogas en su organismo 2.226 conductores. Además, según el último estudio de prevalencia de sustancias psicoadictivas en conductores, el 12% circulan tras haber ingerido alcohol y/o drogas.

En la campaña participan voluntarios de la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos de Córdoba (Aspaym), que dieron testimonio en sus respectivas sillas de ruedas sobre el grave riesgo que conlleva para uno mismo y para el resto de personas que circulan en carretera conducir tras ingerir drogas y alcohol. Aspaym celebra este año el 12º aniversario de la campaña que lleva el lema No corras, no bebas... no cambies de ruedas. Según el presidente de la entidad en Córdoba, Manuel Cantero, «los conductores son muy receptivos y escuchan los consejos que les damos». En muchos casos, una imagen vale más que mil palabras y conocer de primera mano la experiencia de quienes han sido víctimas de un accidente de tráfico puede hacer pensar y cambiar la actitud para evitar este tipo de riesgos. La campaña se presentó en la glorieta de acceso al Polígono de la Torrecilla y, en las dos primeras horas, la Guardia Civil ya había detectado dos positivos, uno en drogas y otro en consumo de alcohol.