Constructores y arquitectos ven con buenos ojos la iniciativa que pretende desarrollar el Grupo Lar en el Cordel de Écija por el impacto que tendrá en esa zona de la ciudad. El secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción (Construcor), Francisco Carmona, piensa que, de llevarse a cabo, «supondrá un impacto muy positivo para la ciudad en su conjunto, y, especialmente, para una zona concreta que ha vivido y se ha desarrollado de espaldas al río». A su juicio, si esta iniciativa se hace realidad, la zona «alcanzará unos elevados niveles de calidad en materia de equipamientos, dotaciones, espacios libres, zonas verdes y otros usos, homologables a los proyectados ejecutados en Poniente».

El secretario general de Construcor asegura que «con este proyecto, que previsiblemente contará con un porcentaje de viviendas protegidas que será de en torno a un 25% de las que vayan a edificarse, se avanzará en el reequilibrio social y económico de la ciudad, reforzando su vertebración y cohesión».

Construcor destaca la «solvencia» del Grupo Lar, que en la década pasada promovió viviendas en la conocida como manzana de Banesto, en Santa Rosa, y que, a nivel nacional, «es uno de los más potentes que hay». Tanto Carmona como el decano del Colegio de Arquitectos de Córdoba, Juan Eusebio Benito, aseguran que hasta ahora nadie les ha presentado el proyecto y que solo conocen lo publicado por CÓRDOBA.

Por su parte, el decano del Colegio de Arquitectos de Córdoba aplaude que el proyecto pretenda desarrollar los planes especiales de reforma interior del Cordel de Écija norte (Peri SS-10), centro (Peri SS-9) y sur (Peri SS-8) y el plan parcial denominado S-1 «desde una propuesta única», con una «solución unitaria», que «es más fácil» que llevar a cabo cada uno de forma independiente aunque sea el Ayuntamiento quien lo coordine.

Por otro lado, Juan Eusebio Benito considera positivo que con esta iniciativa se dé carpetazo a otra anterior (la que ganó en el 2001 un concurso) con la que se resolvía la inundabilidad «con cuatro bloques de catorce plantas», que resultan «inadecuados». El decano señala que le gusta que «sea una propuesta distinta y espero que se prescinda de las catorce plantas».

Benito Pérez subraya asimismo la aportación que realiza la iniciativa al diseñar una «fachada» al río en una zona que ahora mismo es «marginal». En este sentido, ve bien la conexión de las dos orillas por el puente peatonal que favorecerá el acceso a la Isla de las Esculturas. «Puede ser agradable», así como «definir la fachada a un sitio degradado y al río», añade. A su juicio, supone además una «manera de integrar el río en la ciudad».