La concejala de Promoción de la Ciudad, Carmen González, se confesaba ayer «más tranquila» al presentar los pormenores de la Feria 2018. Y es que para el Ayuntamiento se ha llegado a tiempo tras mucho trabajo, en ocasiones de meses de labor de servicios como Ferias y Festejo. Un solo ejemplo: Sadeco empleará en esta Feria 1.095 jornadas de trabajo, y para prepararla, muchísimas más.

Pero claro, que el Ayuntamiento haya cumplido su tarea (es un decir, porque los operarios del servicio concesionario aún cableaban ayer la Caseta Municipal), no significa que en El Arenal todo, absolutamente todo, estuviera ya hecho.

Un ejemplo; Javier Delgado, en Entrevarales, se disponía a pintar de blanco una de las fachadas de la caseta, a la que francamente le quedaba lo suyo. «Esto, me lo pinto en una hora», decía tranquilo pero sin dejar el rodillo. Otro caso: a las 13.30 de ayer se oía un grito desesperado desde otra caseta que incluso sobrepasaba la atronadora prueba de sonido que se hacía en la cercana carpa de La Quadra: «¡Cómo que no hay cable bastante! ¿Y me lo dices el día de antes?». Se supone que se refiere a ese caro cable ignífugo que obliga a colocar la normativa europea de seguridad. Porque claro: ¿quién va a pisar el cable si no hay cable?