Alrededor de la mezquita se disponen las viviendas de los habitantes de la ciudad. De dimensiones y formas constructivas más modestas que las grandes estructuras ya mencionadas, marcan con notable precisión las modificaciones a las que se ven sujetos sus propietarios.

En un doble plano relativo tanto a su funcionalidad como a sus necesidades espaciales, se constata una progresiva modificación de estas edificaciones a lo largo del tiempo. Y estos cambios no son sino síntoma de la intensa vida que se desarrolla en el interior de la ciudad. Del mismo modo, hay que relacionar estas modificaciones con el importante volumen de material cerámico aparecido en estos espacios. Se ha encontrado una vajilla dedicada a un uso cotidiano en la que, sin embargo, destaca un importante número de piezas reservadas para ocasiones puntuales.

Se trata de los repertorios cerámicos fabricados mediante la técnica conocida como "verde manganeso" junto a otro conjunto importante de cerámica vidriada en tono melado.

Antonio Vallejo ha explicado a este periódico que al mismo tiempo que se han desarrollado los trabajos arqueológicos que han permitido descubrir este nuevo espacio, se ha procedido al estudio de los carbones (antracología) y las semillas (carpología) extraídos a lo largo de los mismos, lo que va a permitir un mejor acercamiento a la vida cotidiana de los habitantes de Medina Azahara.

Antes de iniciar esta excavación se ha realizado una prospección arqueológica magnética y eléctrica.