En su intervención en el debate a tres, la catedrática y expresidenta del TC María Emilia Casas aseguró que «el mejor balance que se puede hacer es reconocer que la Constitución ha sido un éxito colectivo porque ha dado el mayor periodo de estabilidad a la democracia en el país, ha sido aplicada a lo largo del tiempo por el legislador y disfrutada por los ciudadanos, a los que reconoce derechos fundamentales y libertades públicas».

Aunque es la que ha tenido el mayor apoyo popular en la España contemporánea, en opinión de Casas «el 40 aniversario es un motivo para celebrar su vigencia, pero como toda Constitución aspira también a ser reformada» porque cuatro décadas después «rige una España completamente transformada, implicada en la globalización, las nuevas tecnologías, la europeización y otros avances sociales que favorecen una visión distinta». Según Casas, la Constitución «se encuentra en una encrucijada de fenómenos que las nuevas generaciones quieren reformular», lo que debe llevar a la «reflexión de una reforma y valorar con qué alcance», pero que ha de partir siempre de la propia Constitución. «Si no, yo no la apoyaría», dijo.

La Constitución es un sistema de pesos y contrapesos, según la visión de Casas, que subrayó que «los textos que no se reforman dan un poder excesivo al órgano que lo regula; no se puede dejar en manos de doce personas su papel fundamental». Respecto a la reforma del artículo 57, en el que se da preferencia al varón sobre la mujer en el orden de sucesión de la Corona, Casas señaló que se abordará cuando haya consenso para ello y rechazó cualquier intento de modificar mediante otras vías como una ley orgánica lo que está escrito en la Constitución. Reiteró que las reformas deben introducirse en una «sociedad madura» y sin tensiones.

En el ámbito territorial, Emilia Casas recordó que la Constitución lo es desde el artículo 1 hasta el final», por lo que advirtió de que todos los estatutos de autonomía están subordinados a la Carta Magna. En una intervención técnica y precisa en este apartado, la expresidenta del TC señaló que el artículo 155, su aplicación, «tiene carácter preventivo». En el terreno de las autonomías, Emilia Casas dijo que «ese traje para todos» lo fue -en referencia a una intervención previa de Roca en la que aseguró que «reclamó más autonomía para Cataluña y para todos también»-, y ya tenemos «una Constitución bastante cerrada a base de golpes de sentencias por el TC».

Respecto a la justicia, admitió que la «práctica política» produce una «sensación de politización» en los nombramientos mediante las cuotas, aunque defendió la cualificación y la independencia de los jueces en su tarea. «Lo digo por experiencia, ellos se legitiman día a día, lo que no quiere decir que haya rendijas y se cuelen por ellas los malos ejemplos».