Objetivo: movilizar el voto azuzando el miedo del elector. El PSOE, con el temor a que llegue la derecha a la Moncloa. El Partido Popular, con que Pedro Sánchez vuelva a pactar con los independentistas catalanes y con que una «recesión» acabe con el trabajo hecho por los gobiernos de Mariano Rajoy y provoque un «corralito», que restrinja la libre disposición de depósitos. Ir al cajero y no poder sacar dinero. Así lo advirtió Pablo Casado ayer por la mañana en Oviedo, en su primera jornada de campaña.

El presidente del PP denunció que el jefe del Ejecutivo se haya «endeudado» 21.000 millones de euros para aprobar sus decretos sociales en plena precampaña poniendo en riesgo, se quejó, las cuentas españolas. En su opinión, ha actuado al igual que José Luis Rodríguez Zapatero cuando aplicó el plan E y dedicó 12.000 millones de euros para poder poner «en grandes carteles lo buenos que eran».

«Carteles que tapaban una recesión que destrozó a España con 3,5 millones de parados y con un rescate prácticamente seguro que hubiera hecho bajar las pensiones un 40%, el sueldo a los funcionarios un 30% y reducir a la mitad las prestaciones por desempleo», continuó. Y se preguntó de manera retórica: «¿Esto es así?». «Sí, esto pasó en Grecia. Por no hablar del corralito. Se iba a los cajeros y solo podías sacar 20 euros por día. Esto es lo que no queremos que pase. Antes de que eso ocurra necesitamos volver a los mandos de la presidencia del Gobierno», reclamó al auditorio, lleno de empresarios asturianos.

En su discurso introductorio, el candidato a la Moncloa pidió el voto para su partido para frenar las «luces rojas» que se ciernen sobre la economía. No obstante, esta misma semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó sus previsiones y señaló que España continúa a la cabeza del crecimiento de la zona euro, con una expansión estimada del 2,1% para este año.

TASAS DESCENDENTES / La media de la zona euro es, en cambio, de 1,3% por el frenazo de Alemania e Italia. El crecimiento de la economía española, eso sí, tocó techo en el 2015 (con un 3,6%) y desde entonces ha ido encadenando tasas descendentes, del 3,2%, el 3% y el 2,6%, el año pasado.

En Oviedo, Casado también incidió en el «riesgo» de que Sánchez pacte su investidura con los independentistas catalanes y vascos. Por la noche, en una cena-mitin en la plaza de toros de Vitoria, a la que acudieron alrededor de 650 personas, abundó en esta advertencia y señaló que, pese a los descalificativos que dirigió a Sánchez hace unas semanas («traidor», «felón»), en el PP son «unas monjas clarisas comparados con el PSOE en materia de radicalidad».

En el coso vasco, Pablo casado reclamó el apoyo del pueblo con el fin de evitar que los «proetarras» piensen que «su historia criminal les ha servido para algo» y para que sus votos nunca sean «imprescindibles» para formar Gobierno.