Los pacientes que acuden a los centros de medicina estética no tienen límite de edad. Los hay jóvenes y también muy mayores, de 80 años en adelante. Para que un menor de edad pueda ser paciente de estas clínicas, por ejemplo para hacerse fotodepilación, debe venir acompañado de su padre o madre o de un representante legal-tutor. Para la cirugía debe aportar a su vez un consentimiento informado y un informe psicológico. Todo paciente, de cualquier edad, antes de someterse a un tratamiento de medicina estética debe firmar un consentimiento informado y conocer los posibles efectos adversos.

Los tratamientos estéticos y plásticos antiedad (antiaging) no solo se están centrando en el aspecto exterior de la cara o del cuerpo sino que últimamente se ha avanzado mucho en la ginecoestética. La doctora Paloma Ojel explica que el ácido hialurónico, que sirve para mejorar la elasticidad de la piel o la hidratación de los tejidos de la epidermis, también se está utilizando para combatir las sequedades vaginales en la etapa de la menopausia o para la dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), entre otros usos. Igualmente se emplea para contrarrestar las consecuencias de las cicatrices que suelen quedar tras una episiotomía en el parto (incisión en el periné).

En los últimos años ha crecido el número de pacientes que acuden a centros de medicina estética para tratar los efectos de enfermedades oncológicas que han sufrido o padecen (porque en ciertos casos se convierte en una enfermedad crónica). Se trata de una situación acorde con el incremento de casos de cáncer, un grupo de enfermedades que afecta a una de cada tres personas a lo largo de la vida. Existen tratamientos para ayudar a crecer el pelo de las cejas y pestañas y para mejorar la piel que sufre mucho y se deshidrata con la quimioterapia y la radioterapia. También existe una cosmética específica para estos pacientes.