«El campo sigue siendo un valor seguro». Eso piensa el portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Córdoba, Agustín León, que asegura que las fincas rústicas siguen interesando, sobre todo los terrenos de olivar, a pesar de la bajada de precios del aceite. León afirma que hay grandes propietarios de terrenos rústicos que intentan comprar más atraídos por «cultivos intensivos como el olivar y el almendro», por lo que el interés por el campo no decae y ya se venía percibiendo en los últimos años.

La Dirección General del Catastro plasma en su estadística que durante el 2018 hubo 196 propietarios con más de 50 bienes rústicos entre capital y provincia. Esos 196 multipropietarios se reparten más de 9.800 fincas rústicas. Al igual que ocurre con los inmuebles urbanos, en la evolución de un año a otro no se han producido grandes cambios, ya que solo hay tres grandes propietarios más que en el 2017, cuando el Catastro contabilizó 193 titulares de más de 50 bienes, por lo que la diferencia es del 1,5%. Sin embargo, y al igual que con las propiedades urbanas, el gran salto se produce en la comparativa de una década, ya que se registra un incremento del 53% desde el 2008, cuando solo había 128 cordobeses con más de medio centenar de terrenos en su poder, hasta el 2018.

Si se analiza la evolución desde el inicio de la serie histórica del Catastro (2006), se percibe cómo el 2018 fue el que más multipropietarios de bienes rústicos tuvo al superar al 2017, que ya había batido récord. La evolución en la concentración de fincas rústicas en pocas manos ha sido positiva todos los ejercicios excepto en el 2010, año en el que se produjo un descenso, y el 2014, en el que hubo otro.

Comparativa andaluza

En relación al resto de Andalucía, Córdoba ocupa el cuarto lugar en el número de titulares de más de medio centenar de bienes rústicos, detrás de Almería, con 326; Granada, con 306, y Jaén, con 197. Tras Córdoba se encuentran Sevilla, con 149; Huelva, con 143; Málaga, con 101; y Cádiz, con 39.

De un año a otro, el mayor cambio se ha producido entre los titulares de entre 26 y 50 bienes, ya que Córdoba ha pasado de contar con 682 en el 2017 a tener 722 en el 2018, es decir, casi un 6% más. Precisamente en la horquilla de personas, ya sean físicas o jurídicas, que poseen entre 26 y medio centenar de propiedades rústicas es donde se ha producido también uno de los mayores incrementos en una década -después del que experimentan los de más de 50-, que el Catastro cifra en un 46%, ya que, si en el 2008 había 492 titulares con esas cantidades, diez años después hay 722, lo que vuelve a dar idea del interés que despierta el campo entre los grandes propietarios.

En Córdoba, y según la Dirección General del Catastro, hay 506.338 propietarios de bienes urbanos y 134.626 de rústicos.