El Cabildo Catedral inició a primera hora de ayer las tareas de desmontaje de una de las cuatro celosías del Muro Norte de la Mezquita-Catedral, en donde se instalará una puerta con igual diseño, dentro del proyecto conocido como el de la segunda puerta, un segundo gran acceso que, entre otras utilidades, permitirá agilizar en Semana Santa el paso de las cofradías por el primer templo cordobés.

Estas primeras tareas de instalación de andamios y estudio práctico de las técnicas a emplear para el desmontaje de la estructura corren a cargo de los equipos de mantenimiento y conservación del monumento, según reiteró ayer el Cabildo Catedral, y culminarán dentro de entre diez y 15 días con la retirada de la celosía, según las estimaciones preliminares.

Los trabajos se han iniciado después de 8 años de proyectos. Hay que recordar que en principio se propuso una recuperación integral mucho más ambiciosa del Muro Norte, una iniciativa global del que se desgajó este proyecto concreto de la segunda puerta, que no ha estado falto de contratiempos administrativos (tanto en la Junta como a la hora de conceder la licencia de obra, en la Gerencia de Urbanismo) y que incluso llegó a ser motivo de una larga consulta a la Unesco. Todo ello rodeado de polémicas tanto por parte de las cofradías (que veían en el retraso un agravio hacia ellas) como, por el lado contrario, colectivos culturales (entre ellos Amigos de Medina Azahara) o incluso Rafael de la Hoz Castany, hijo del diseñador de la celosía, Rafael de la Hoz Arderius, que ha mantenido una larga batalla administrativa y legal.

LA FUTURA PUERTA / Será posteriormente, previsiblemente una vez pasada esta Semana Santa 2017, cuando se acometa la segunda fase del proyecto: el montaje de la puerta, cuyo presupuesto ronda los 100.000 euros.

Esta nueva estructura tendrá un diseño idéntico al de la celosía sustituida e, incluso, usará el mismo material y con las mismas técnicas que la original, según el proyecto aprobado que presentó El Cabildo.

Esta iniciativa, que obtuvo el visto bueno de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, contempla tres condicionantes por parte de la Administración autonómica: que se haga un seguimiento posterior del impacto que esta obra pueda tener en el monumento, que se tomen medidas de preservación de áreas que puedan verse sobreutilizadas por la existencia de este nuevo acceso (por ejemplo, el pavimento del pasillo previsto en los recorridos de las cofradías en Semana Santa) y, en tercer lugar, un estricto seguimiento arqueológico de la obra.

Respecto a este último punto, el desmontaje de la celosía no tiene impacto alguno sobre ningún elemento arquitectónico del monumento.

DOS EJES EN EL SUELO / Distinto será cuando se acometa, más adelante, el montaje de la puerta que sustituya a la celosía, ya que requiere la instalación en el suelo de dos ejes sobre los que pivotarán las láminas de la puerta.

Para fijar estos dos elementos del proyecto, se han previsto dos áreas cautelares de seguimiento arqueológico de 50X50 centímetros y un metro de profundidad en el pavimento de la Mezquita-Catedral, a priori, y si no surgen otras circunstancias, la única superficie del monumento que podría verse afectada por el proyecto de la segunda puerta, según ha conocido este periódico por fuentes del Cabildo-Catedral.