La presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet (Cs), anunció ayer que propondrá la investidura del candidato del PP, Juanma Moreno, como presidente de la Junta, en una sesión que se celebrará los días 15 y 16 de enero y en la que será elegido en primera votación con el apoyo del PP, Ciuidadanos y Vox. Bosquet llevará hoy la propuesta a la Mesa de la Cámara y a la junta de portavoces después de haber mantenido este jueves la ronda de contactos con los representantes de los cinco grupos parlamentarios, en la que constató que Juanma Moreno cuenta con mayoría suficiente, ya que le apoyarán los diputados de Ciudadanos y de Vox.

El debate, explicó Bosquet, comenzará al mediodía del martes 15 con la intervención de Moreno, que será la única de esa jornada, tras lo cual se suspenderá la sesión hasta el miércoles, cuando los portavoces de los grupos intervendrán en orden de menor a mayor y contarán con la réplica del candidato antes de producirse la votación y ser investido presidente de la Junta.

Finalmente el líder del PP ha sido el único candidato que se ha postulado para ser investido, ya que durante la ronda de contactos el PSOE anunció que la presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, renunciaba a intentar su investidura y ejercerá por tanto «el liderazgo de la oposición», ha dicho el portavoz socialista Mario Jiménez. Tras señalar que esa oposición se realizará de forma «responsable» y «muy vigilante» en defensa del interés general de Andalucía, Jiménez avanzó que si Moreno no consiguiera ser investido en primera votación, el PSOE no renuncia a su «responsabilidad» de presentar la candidatura de Díaz.

NO HAY «PACTO OCULTO» / La portavoz del PP andaluz, Carmen Crespo, que trasladó a Marta Bosquet la propuesta de Moreno, garantizó que no hay ningún «pacto oculto» en los acuerdos cerrados con Ciudadanos y con Vox para dicha investidura y emplazó al PSOE a «reflexionar» desde la oposición porque se abre «otra época».

Crespo defendió que «todo es muy transparente» en los acuerdos que se han cerrado, y se preguntó «qué cuestiones del pacto no firmarían todos los andaluces», ya que en su opinión es «realista y reformista», además de que permitirá «un cambio tranquilo pero esperanzador, que se va a notar».

Por su parte el líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, desligó el acuerdo de investidura de PP y Vox de la acción del gobierno de coalición que formarán populares y naranjas, y abre la puerta a votar contra esas medidas cuando lleguen a la Cámara, como en el caso de la sustitución de la ley de memoria histórica. «A mi no me vinculan los acuerdos que PP y Vox hayan firmado», agregó Marín que, después de trasladar a la presidenta del Parlamento su apoyo a la investidura de Moreno, insistió en que «las políticas del Gobierno serán las que han firmado Partido Popular y Ciudadanos».

«TABURETE DE TRES PATAS» / Sin embargo el portavoz de Vox, Francisco Serrano, señaló que el acuerdo es «un taburete de tres patas» y recordó a Cs que sus doce diputados han permitido que la formación naranja presida el Parlamento y que vaya a estar en el Gobierno. «Ya tendrán tiempo de conocernos, no somos lo que dicen que somos», dijo Serrano en una comparecencia ante los medios -en la que no ha permitido preguntas- después de reunirse con la presidenta de la Cámara, Marta Bosquet, para trasladarle también su apoyo a la investidura de Moreno.

Desde Adelante Andalucía, que no ha presentado candidato, su portavoz, Antonio Maíllo, avanzó que se abre una etapa «de gran confrontación» de su formación ante el modelo económico, social y cultural del «tripartito de derechas» y dijo que trabajarán para lograr «alianzas sociales y movilizaciones» que sean el inicio de una alternativa para las próximas elecciones.

Tras la firma del Partido Popular de los acuerdos por separado con Ciudadanos y Vox, el presidente de los populares, Pablo Casado, calificó ayer como «histórico» este logro y dijo ver en él «el futuro de Andalucía y un preámbulo de lo que va a pasar en mayo en España», en alusión a las elecciones municipales y autonómicas.

Sin embargo, Ciudadanos y Vox mantuvieron ayer públicamente sus diferencias, ya que el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, sostuvo que lo firmado por Partido Popular y Vox es «papel mojado» y «no tiene ningún valor» para ellos, a lo que Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, le respondió que «si no lo entiende, es mejor que deje pasar a quienes están dispuestos a hacerlo».