Sánchez, Díaz y López coincidieron a su llegada a Ferraz en desear un debate de argumentos. Pues no. Sheldon Cooper, el famoso personaje de la serie Bing Bang Theory, el muñidor del «zas en toda la boca» («bazinga», en inglés), se habría puesto ayer las pilas.

Como en recientes ocasiones, allá por octubre de 2016, la calle Ferraz volvió a convertirse ayer, día festivo en Madrid, en un páramo de circulación ágil y en una avenida de agradable y relajado paseo... Hasta que aparecía en el número 70 una muchedumbre de periodistas, apostados para contar una jornada histórica más del PSOE.

Efectivamente, la puesta en escena apuntaba a un hito más en la trayectoria reciente de los socialistas, y las expectativas fueron cumpliéndose desde el minuto uno, desde que el presidente de la gestora, Javier Fernández, fue saludando a los candidatos.

Fernández fue radicalmente frío con Sánchez, con quien no se cruzó una sola palabra salvo el riguroso (y gélido) saludo, y amistoso y cariñoso con Díaz.

La presidenta andaluza, la verdad, es que entró en Ferraz como un volcán; antes de que la preguntaran, ya estaba contestando. Quién iba a augurar que esa aparición volcánica era el aperitivo de lo de después.

Con Patxi López la cordialidad fue la nota dominante del dirigente asturiano, y eso que el vasco mostró un extraño semblante desabrido. Claramente, se estaba guardando la energía para el debate.

En el posado posterior de los tres juntos con la moderadora, la periodista Carmen del Riego, se les vio más dicharacheros y animados. Y ojo, noticia, Pedro y Susana se dieron dos besos, lo que no sucedía desde finales del año pasado. Parece un mundo, pero no: fue el año pasado.

Hasta el descanso, el acontecimiento fue una sucesión de dagas voladoras, yendo de Susana a Pedro y de Pedro a Susana, mientras Patxi, en el centro, se esforzaba por que sonara su violín. Su papel ha sido como el de esos concertistas que contrata una banda de metal para poner un punto sinfónico a su nuevo álbum.

Díaz, a Pedro, le lanzó dagas con su teoría de que hay dos PSOE, con sus «bandazos» ideológicos, sus cambios de opinión «de un día por semana», su personalismo y sus 85 escaños.

Pedro, a Susana, le lanzó cuchillos también afilados con el «volantazo» de la abstención al PP, con sus vaivenes con el concepto de nación, con la ausencia de proyecto y con la falta de lealtad hacia el liderazgo que ejerció.

López sacó entonces el violín con sentencias como esta: «Lo importante no es con quién se pacta, sino para qué se pacta».

Las dagas se iban afilando, era una lluvia de cuchillos, pero quedaba lo mejor: la intensidad. Susana, a Pedro, le lanzó una daga difícil de esquivar: «Tu problema eres tú, no yo». Y una más: Irene Lozano en las listas por Madrid en vez de tantas valiosas mujeres del partido.

Pedro, a Susana, contraatacó con la daga de Miguel Ángel Heredia, el diputado «susanista» a quien grabaron metiéndose con Margarita Robles, «hijaputa» (sic), la llamó.

Y con una más: «Fui la última persona en España en saber del adelanto electoral de Andalucía».

Silbaban tanto los cuchillos que López dejó el violín y cogió la guitarra eléctrica: «Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?»

Una más: «Pedro, me parece bien que, si no tenías ideas, cogieras las mías». Y otra a Díaz: «Hay que ser secretaria general a tiempo completo».

Este concierto heavy metal de dagas voladoras, con irrupciones esporádicas de la orquesta de López, continuó tras el descanso, cuando Díaz recuperó la figura de Tomás Gómez, el líder de los socialistas madrileños abruptamente destituido por Sánchez.

A lo que Sánchez replicó con el aval de la militancia al acuerdo con Ciudadanos en Andalucía, hecho tarde, a destiempo, según él.

En esta fase, López se puso más sinfónico que nunca. Sus frases sonaban a Mahler en un concierto de Iron Maiden: «Prometer el futuro a los jóvenes es un engaño masivo; cuando llega el futuro, ya no son jóvenes».

Y así terminó el único debate de las primarias socialistas. Luego, todos apelaron a la unidad tras el 21 de mayo, lo que se antoja hoy mucho más complicado que un podio de Fernando Alonso.