El Banco de España prevé un impacto en el PIB de España de entre tres décimas y 2,5 puntos de menor crecimiento acumulado en el 2018 y el 2019 por los efectos de la tensión política en Cataluña sobre la economía española, en función de «la intensidad y la duración temporal» de la crisis soberanista.

Así figura en su Informe de Estabilidad Financiera publicado ayer, en el que contempla dos posibles escenarios, uno más optimista y otro más pesimista. El organismo que gobierna Luis María Linde apunta cierto grado de optimismo tras constatar «una cierta moderación» de la tensión en los mercados financieros tras la decisión del Senado de avalar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

En el mejor de los casos, suponiendo que la tensión política por Cataluña se concentra en el cuarto trimestre del 2017 y que se retorna a la normalidad a partir de los primeros meses del 2018, el impacto sobre la economía española sería de solo tres décimas en el periodo acumulado del 2018 y el 2019, respecto a un escenario base en el que se presume que la tensión política no hubiera variado respecto al tercer trimestre de este año.

Si, por el contrario, se asume un riesgo político «más severo y prolongado»·, en el que la tensión de los mercados financieros alcance, por ejemplo, los niveles previos al rescate bancario del 2012, el PIB se reduciría en términos acumulados en algo más de 2,5 puntos porcentuales entre finales del 2017 y 2019 respecto al escenario base. «Este último escenario comportaría una reducción de cerca del 60% del crecimiento considerado en el escenario base para el conjunto de la economía española», así como «una recesión de la economía catalana durante buena parte del horizonte analizado».

Cifrar el impacto en una horquilla entre 3 décimas y 2,5 puntos equivale a señalar que el nivel del Producto Interior Bruto podría situarse a finales del 2019 entre 3.500 y casi 30.000 millones de euros por debajo del que hubiera resultado en ausencia de tensión soberanista.

Hasta ahora los efectos de las tensiones políticas en Cataluña han sido visibles, sobre todo en los mercados financieros y, de manera particular, en la bolsa. Entre finales de agosto y de octubre, el Ibex 35 ha crecido cinco veces menos que el Euro Stoxx 50 (1,4% frente al 7%) lastrado, en buena parte, por «las entidades que tenían su sede en Cataluña». Antes de la estimación del Banco de España, el Gobierno ya rebajó tres décimas su previsión de crecimiento para el 2018 (del 2,6% al 2,3%). La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), por su parte, ha estimado que la crisis catalana puede restar entre 4 décimas y 1,2 puntos al PIB español en el 2018, «dependiendo del grado de permanencia» de la incertidumbre.