La Listeria Monocytogenes es una bacteria «peligrosa y resistente, que aguanta todo lo que no sea el calor sin alterar el aspecto o sabor de los alimentos, pero que está muy controlada» y solo causa enfermedad si se digiere viva, según el doctor Alfonso Carrascosa, experto en seguridad alimentaria del CSIC. El tratamiento en caso de infección se reduce a una cosa: «antibiótico».