¿Qué es Medina Azahara hoy? Pues sobre todo es... mañana. Es futuro. Porque si en Medina Azahara hay mucho pasado (que precisamente es su razón de ser), justo es su principal valor lo que queda por descubrir, hasta tal punto que se está convirtiendo en un tópico recordar que solo está visible en la actualidad (y estudiado, mucho menos) el 10% de la ciudad palatina, todo ello en una extensión de 745 x 1.515 metros, unas 112 héctáreas.

Pero entre tan brillante pasado y tan prometedor futuro, intentemos centrarnos en el presente, y ante la pregunta de qué es Medina Azahara hoy hay que hablar de lo mucho recuperado y puesto en valor tras sucesivas intervenciones desde mediados del siglo XIX (cada una con su filosofía y marcada por los gustos de cada época), y citar la Puerta Norte, el edificio basilical superior, la Mezquita, el Gran Pórtico, la Casa de la Alberca, la Casa de Yafar, la Casa Real o una pequeñísima parte de la red viaria. También hay que hablar de elementos arquitectónicos y artísticos recuperados, desde miles de piezas de yesería o de cerámica a las tres emblemáticas cervatillas, una en el museo Arqueológico Nacional (Madrid), otra en el centro de visitantes de Medina Azahara y una última en el Museo Nacional de Catar, que fue comprada por un jeque en subasta internacional, y por la que pagó en 1997 cuatro millones de dólares.

SALÓN RICO Y EL MUSEO / Y por supuesto, es preciso hablar del Salón Rico, el salón de los embajadores que, sin embargo, continúa cerrado a la espera de que se retome, tras un conflicto que ha paralizado el proyecto, la segunda fase de la intervención programada.

Pero desde el 9 de octubre del 2009, Medina Azahara también es su centro de interpretación, fruto de una inversión de 20 millones de euros por la Junta. Se trata de un discreto recinto visto desde el exterior, a 800 metros de la entrada al principal núcleo arqueológico, obra de los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano que aúna en sus tres áreas tanto funciones museísticas como divulgativas y de investigación con sus almacenes y talleres y a lo largo de una superficie de 7.293 metros cuadrados. Un edificio que fue en el 2010 premio Aga Khan de Arquitectura y Premio Piranesi de Roma en el 2011, además de recibir el galardón al Museo Europeo del Año en el 2012.

186.036 VISITANTES / Todo estos atractivos merecieron que Medina Azahara recibiera el pasado año 186.036 visitantes. Hay que recordar que tras un nombramiento de la Unesco, y según vienen estimando los expertos desde hace años, el primer impacto para el monumento reconocido es el aumento del número de visitas en torno al 30%. Puede, incluso, que ya se esté apreciando esta tendencia, cuando, según los últimos datos, en los primeros meses del 2018 el conjunto ha recibido un total de 103.237 visitas, 12.454 más que el año anterior.

EL RECLAMO NOCTURNO / Por ahora, en este número de visitas no ha tenido mucho impacto la inauguración de las visitas nocturnas, puestas en marcha en la última semana de abril y mantenida solo los fines de semana, aunque la ampliación de horarios en el mes de julio puede ser un revulsivo. Y hablando de un presente no muy lejano, según lo prometido por las administraciones, también hay que citar el arreglo de la carretera de los accesos al complejo (la Diputación debe redactar el proyecto aún y no se conoce su coste) y una intervención, ya dentro del yacimiento, para reabrir peatonalmente el camino original que conducía en su día ante el califa. Aunque eso, quizá, y a pesar de que no desmerezca, ya sea hablar más de ese prometedor futuro que del presente.