Desde que empezó la crisis, los servicios sociales comunitarios se han convertido en receptáculo de todo tipo de problemas. Los asistentes sociales, además de ser la cara visible ante miles de ciudadanos en situación precaria, especialmente grave en los barrios más pobres, orientan sobre ayudas sociales, participan del engranaje de la ley de dependencia, de la ayuda a domicilio, de la oficina de la vivienda, de los programas para personas sin hogar... Desde que empezó la crisis, que sigue vigente para los pobres, los servicios sociales tienen más clientes que nunca, pero la regla de gasto estatal ha impedido reforzar las plantillas de forma proporcional. Las listas de espera no son algo nuevo. En 2014, con el PP en el gobierno municipal, este periódico ya se hacía eco de las denuncias ciudadanas por citas que se daban para seis o siete meses después. Cuatro años después, con unos servicios sociales municipales gestionados por IU, estamos en las mismas y ahora es el PP quien saca los colores a la izquierda. Mientras los técnicos de Asuntos Sociales cuestionan que las ayudas sean poco menos que un parche ante un problema estructural, en las últimas semanas la concejala popular María Jesús Botella ha vuelto a poner el foco en este tema, achacando la situación al desinterés del concejal del ramo, Juan Hidalgo, y criticando sus viajes y «la falta de corazón» del gobierno local. El concejal se despachó entonces acusando a Botella de «aporofobia» (fobia a los pobres), que al PP «le sale rentable robar y mentir» para llamarla después «a leer y a informarse».

Sobre el asunto de las listas de espera, el concejal ha anunciado refuerzos de personal inminentes, ocho trabajadores sociales contratados el 19 de diciembre para seis meses que aún están en periodo de formación, que «se incorporarán a los centros con problemas más acuciantes», entre ellos, el de la calle Motril, en el Sector Sur, donde dijo que ha habido dos bajas por embarazo que aún no se han suplido. A finales de enero, se incorporarán por un periodo de un año otros 15 trabajadores sociales dentro del Plan Emplea. Además, «se ha puesto en marcha la atención telefónica para derivar las citas más urgentes», aseguró. Ahora está por ver cuándo dan fruto estas medidas.