Piensen en un bingo, un casino o un salón de juego de toda la vida. Si no han entrado nunca, es posible que imaginen un lugar sórdido donde abunda la gente enganchada al juego, mayor y dispuesta a dejarse hasta el último céntimo en busca de un premio. Si es así, sepan que las apuestas deportivas, que hasta hace poco estaban limitadas a internet en Andalucía, aterrizaron hace unos meses en estos salones, abriendo sus puertas a un público cada vez más heterogéneo y joven que busca dinero fácil basándose en sus conocimientos deportivos. Desde que la Junta de Andalucía aprobó a finales del año pasado el reglamento de apuestas deportivas y de competición para Andalucía, las máquinas de apuestas se han multiplicado. Hasta el mes de mayo, según fuentes de la Dirección General de Patrimonio de la Junta, encargada de su autorización, se han instalado en la provincia unos 280 terminales en 71 salones de juego, liderados por cadenas como Codere, Luckia o Sportium. 42 se encuentran en la capital y el resto, en 16 localidades. También se ha autorizado la instalación de tres terminales en bingos y se ha abierto una tienda de apuestas en un local dedicado en exclusiva a esta actividad.

A simple vista, en estos salones remozados, el objetivo principal no parece ser el juego, ya que cuentan con grandes pantallas de televisión donde se pueden seguir los partidos en directo y un bar donde echar el rato con los amigos. La diferencia con un bar al uso es la presencia de máquinas de apuestas y marcadores que informan de las cuotas en las que se mueven los eventos que tienen lugar en cada momento. Si entran en un salón, les llamará la atención la cantidad de gente joven que acude a estos salones, despojados de ese toque rancio por obra y gracia de las apuestas deportivas, a veces desde primera hora de la mañana.

Las apuestas deportivas han cambiado el concepto del juego. Para empezar, es posible apostar cantidades insignificantes, de hasta 20 o 50 céntimos, sienta que no se juega mucho. «Si te lo tomas como un entretenimiento, está bien porque puedes apostar en el transcurso de un partido y eso da más emoción», explica un joven aficionado a las apuestas deportivas, «lo malo es quien pierde el control porque un día apuesta mucho, pierde y entonces quiere recuperar el dinero a toda costa». Darse de alta en una casa de apuestas es fácil para cualquier mayor de edad. Ni siquiera hace falta aportar un número de cuenta. «Yo utilizo una paysafecard para tener una cuenta online porque me parece más seguro», señala, «este año empecé en febrero con 10 euros y ahora tengo 270 con apuestas semanales de cinco a diez euros».

La mayoría de los jóvenes apuestan en partidos que controlan. Aunque hay apuestas de casi todos los deportes a nivel mundial, la mayoría de jóvenes empiezan con fútbol, baloncesto y tenis. «Si no tengo ni idea de un equipo, no apuesto», señala un joven sin dudar, «además, en las ligas inferiores hay más riesgo de amaño». La mayoría de chavales consultados consideran que controlan bien el riesgo. Otros rechazan comentar su afición o la niegan, pese a encontrarse en salas de juego. Los más ambiciosos pagan a analistas deportivos para minimizar el riesgo. «Lo malo es que, si vas a por un analista, tienes que apostar mucho dinero y ahí te juegas más», explican los más prudentes.

El nuevo reglamento de apuestas deportivas andaluz garantiza la imposibilidad de apostar a menores o personas inscritas como interdictos (aquellos que tienen prohibido el juego). De ahí que aún hay muchos que prefieren apostar vía online. Cuando se aprobó la norma, la Junta ya anunció que de esta forma, además de garantizar el mantenimiento de los establecimientos de juego, se propiciaría la apertura de nuevas tiendas de apuestas. Asimismo, hizo una previsión de ingresos por tributos de juego. De 1,15 millones recaudados el año pasado, estimó casi triplicar la recaudación este año y elevarla a 2,8 millones de euros para alcanzar los 5 millones el año próximo. Para los operadores de apuestas deportivas online la licencia autonómica tiene el atractivo extra de que pagan menos impuestos: un 10% sobre el beneficio después de premios frente al 25% que recoge la legislación estatal.

Según el último informe trimestral de juego online publicado, las apuestas representan ya el 40% del mercado del juego. La cantidad jugada en apuestas en tres meses superó los 1.300 millones de euros. El número de jugadores online inscritos aumenta a una velocidad de vértigo. En el último trimestre del 2017 los usuarios activos superaron ampliamente los 600.000, un 10% más que el trimestre anterior. Los gastos en publicidad de juego online también se dispararon, se invirtió un 65% más que en el trimestre anterior.