-¿Qué supuso la fusión de Hojiblanca y Cordoliva?

-Fue un primer paso, clave para la construcción de lo que hoy es la cooperativa Dcoop, porque eran las dos entidades más grandes de aceite de oliva. En aquel momento Hojiblanca estaba en 40.000 o 45.000 toneladas y Cordoliva, en 35.000 o 40.000. Habíamos intentado proyectos conjuntos de comercialización a través de una sociedad conjunta de marca blanca, pero habían sido proyectos fallidos. Sorprendentemente, año y medio después se inició un proceso de fusión que fue ejemplar, fundamentalmente por el buen trabajo de Salvador Lovera, presidente de Cordoliva, y Pepe Moreno, presidente de Oleícola Hojiblanca. Hoy podemos hablar de que este proyecto de fusión fue el germen de lo que hoy es Dcoop. Fue un proceso de fusión bastante modélico. Hoy no se habla de lo que era Hojiblanca o Cordoliva, hoy hablamos solo de Dcoop. La fusión fue modélica a nivel de presidentes, de consejos y técnicos. Este proyecto nos sirvió de experiencia para acometer otras fusiones.

-¿Qué fue lo más difícil, limar dudas y localismos?

-Lo más difícil, probablemente, fue la incomprensión de otras personas. Había que evitar los localismos y personalismos. Los presidentes y los consejos superaron fácilmente esto, aunque hubo algunas personas que intentaron entorpecer el proyecto, probablemente por falta de conocimiento. Esto nos sirvió de experiencia en otros procesos. Quizás eso fuera lo más difícil, personas que no conocían lo que era interesante para nuestros agricultores.

-Después de la fusión, ¿la participación en Deoleo fue lo más frustrante?

-Fue un proyecto en el que estábamos ilusionados, pensábamos que podía ser interesante para el grupo, pero no salió. En aquel momento teníamos muy claro que había un plan B. Si me pregunta hoy qué hubiera sido mejor, si el plan B o el plan A, creo que el B ha sido bueno. Hoy estamos muy contentos y las cosas hay que tenerlas muy claras. Hoy, el proyecto es más sólido, aunque fuera menos ambicioso, pero es más fácil de manejar. Son cosas normales que pasan en cualquier compañía.

-¿En qué situación se encuentra la cooperativa Dcoop en la actualidad?

-El grupo está en un momento francamente bueno. Estamos muy comprometidos con el proyecto, pero hay mucho trabajo por delante. Aquí no dejamos de estar dándole vueltas a cuál debería ser el futuro, que lo tenemos muy claro. Hemos de comercializar el aceite, la aceituna, los vinos y los productos ganaderos, de tal manera que nuestros socios puedan vivir dignamente de la comercialización de esos productos. En aceite de oliva tenemos un proyecto en Estados Unidos, Pompeian, del que esperamos mucho en los próximos años. Somos líderes en el mercado en EEUU y hay gente a la que les preocupa la evolución que estamos siguiendo. La marca Pompeian tiene, prácticamente, la misma cuota de mercado que Filippo Berio y Bertolli juntos. Es la marca líder en virgen extra, es la única marca que tiene una certificación de calidad por el Ministerio de Agricultura americano. Estamos trabajando con un producto de la máxima calidad, que está creciendo y se está consolidando. Seguimos pensando que nos queda mucho por hacer.

-¿Le preocupa la incidencia que pueda tener la xylella fastidiosa en el cultivo del olivar?

-Es un tema preocupante, pero debe ser preocupante en su justo término. Administraciones y sector deben hacer un buen trabajo de control y de cómo abordar el problema si surge un brote. Hay que prepararse para convivir con esa bacteria. Hay otras zonas del mundo, como California, que llevan mucho tiempo con la plaga. Por ello, es fundamental la coordinación entre las distintas administraciones y el sector.

-¿Ve normal la caída de los precios del aceite de oliva que se ha producido?

-Es un tema que todos sabíamos que podía pasar si llegaban las lluvias. Si no hubiéramos tenido las lluvias de marzo y abril, la situación hubiera sido bastante preocupante. Hubiéramos tenido verdaderos problemas de suministro de aceite de oliva en el mercado, niveles de precios muy altos y caída del consumo. Ha llovido y eso ha cambiado la situación. Pero el año que viene no esperamos un cosechón. Hasta ahora los precios han caído de forma importante y ya no pensamos en los niveles de los dos años anteriores. Es fundamental mantener el nivel entre 2,5 y 3 euros. Esperamos que se recupere el consumo con esta bajada de precios.