Si el consejo chino dice «procura vivir en tiempos interesantes», hay que reconocer que este 2017 en Córdoba para los meteorólogos es un año con más de una razón para recordar. Al menor por su número de efemérides y de situaciones extraordinarias debido al calor y, en una ocasión, a la falta de lluvia.

De entrada, se había salido de uno de los inviernos más cálidos de los últimos años cuando el 18 de abril se alcanzó la temperatura máxima absoluta de este mes, con 34.0 ºC, todo ello durante lo que podría considerarse, si no en términos científicos sí populares, la primera ola de calor del año. Acuérdense del comentario que más se oía en aquella tercera semana de abril: «Si esto es lo que hace ahora de calor, no me quiero imaginar la que hará en verano».

Y efectivamente, no había imaginación para tanto.

Abril del 2017 terminó siendo el de las medias de las máximas más altas del mes (26,9 ºC), y tras un final de mayo que achicharró la Feria, especialmente el primer fin de semana y hasta el miércoles, llegó un junio que también tendría la media de las máximas más altas de este mes (con 37,7 ºC) y con la media más alta de junio: 28,4 ºC.

Pues bien, junio daría paso a otro récord: el del verano con mayor número de días por encima de 40 ºC (37 en total), dando paso a un julio donde aquel mortal día 13 (no hay otra forma de definirlo) se alcanzó a la sombra los 46,9 ºC. La mayor máxima registrada en Córdoba desde que hay mediciones, hace más de un siglo. Montoro superaría en tres décimas la cifra, aunque al tener un observatorio de la red secundaria de mediciones (no homologada internacionalmente aunque igual de fiable) no trascendió tanto la marca. La de Córdoba además de ser la mayor máxima de su historia también lo fue ese día de las capitales europeas (lo repetiría varios días más del verano) y estuvo entre las 50 más altas del planeta. Pero aún nos quedaba agosto, que también batió récords con la media de las media de las máximas más altas de ese mes (38,8 ºC).

Y por si fuera poco, septiembre del 2017 fue el mes más seco de la historia de Córdoba (ni una sola gota de lluvia registró la Aemet) mientras en octubre aún se alcanzarían dos récords más: otro mes siendo el de las medias de las máximas más altas de su historia (31,4 ºC) y la de temperaturas medias más altas (22,7ºC ).

Por supuesto, estas marcas vienen al pelo para el debate sobre el cambio climático, aunque hay que recordar una vez más que una cosa es la meteorología, que se ocupa de los fenómenos puntuales (los «meteoros») y otra la climatología, la ciencia la geografía que se ocupa del estudio del clima y sus variaciones a lo largo del tiempo cronológico.

Por tanto, habrá que poner en contexto los datos de este año tan especial. Eso sí, mientras tanto, el 2017 es ya el año con más circunstancias excepcionales en Córdoba en la base de datos de la Aemet. Ya ven: otro récord más.