«Septiembre nos complica la vida a todos y el otoño no será un buen momento para hacer política, por motivos obvios». El candidato de ERC a las elecciones generales, Gabriel Rufián, le advirtió en julio a Pedro Sánchez de la inconveniencia de arriesgarse a una repetición de los comicios, habida cuenta de que la sentencia del procés iba a remover los cimientos del tablero político. A una semana de las cuartas generales en cuatro años y de la tercera cita con las urnas de este año, la encuesta preelectoral del Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) para este diario certifica los temores de Rufián y pone al presidente del Gobierno en funciones ante la amenaza de que el bloqueo se perpetúe tras el 10-N.

El PSOE resiste como dique de contención de las derechas, pero la promesa cumplida de la exhumación de Franco no compensa para los socialistas la factura de la agitación independentista ante las condenas a prisión a los líderes del procés. De hecho, esas convulsiones en la calle, en forma de disturbios, y la oposición al traslado del dictador en plena precampaña propulsan al PP y a Vox a costa de Ciudadanos, cuya sangría le dejaría con una cuarta parte de su representación.

Sánchez volvería a vencer en las urnas, pero con un resultado ligeramente por debajo del cosechado en abril, y se quedaría con un margen de maniobra muy estrecho: o intentar de nuevo la fallida alianza de izquierdas con la ayuda de los independentistas, o buscar la abstención del PP, esa que lleva reclamando desde los anteriores comicios y a la que los populares le hacen menos ascos ahora que antes. Los socialistas obtendrían el 27,7% de los votos y 119-123 diputados (ahora tienen 123).

Respecto a la encuesta de hace un mes -anterior a la sentencia del 1-O y la exhumación de Franco-, el PSOE ha retrocedido tres décimas y cinco escaños. El líder socialista mantiene su tirón como candidato mejor valorado (aunque suspende con un 4,3), pero una cuarta parte de los votantes del PSOE en abril están indecisos a una semana del 10-N. Seis de cada 10 electores socialistas sí tienen claro que volverán a coger la misma papeleta.

TRABAJO DE CAMPO / El trabajo de campo de la encuesta, a partir de 1.504 entrevistas, se ha elaborado esta misma semana, justo antes del comienzo de la campaña y con los efectos del fallo del Tribunal Supremo sobre el procés, las algaradas callejeras en Cataluña y el traslado de Franco del Valle de los Caídos.

En este contexto, y respecto a un mes atrás, los trasvases de voto entre las izquierdas han dado aire a Unidas Podemos en detrimento del PSOE y, sobre todo, de Más País. Si a principios de octubre la marca de Íñigo Errejón tenía al alcance el grupo propio en el Congreso, esa posibilidad queda bastante lejos a una semana de los comicios. El nuevo partido lograría el 2,6% de los votos y 2-4 escaños, menos de la mitad que hace un mes.

En cambio, Unidas Podemos ha remontado 1,2 puntos, hasta el 13,4% de las papeletas, y se situaría en 37-41 diputados (ahora tiene 42). La coalición morada es la única fuerza, junto con Vox, que mejora sus expectativas, y su líder, Pablo Iglesias, es el candidato mejor valorado.

LOS BLOQUES PERSISTEN / Con ello, la suma del bloque progresista oscilaría entre 158 y 168 parlamentarios, cuando en el Congreso saliente eran 165. El bloque conservador crecería, pero no lo suficiente como para soñar con la Moncloa. De 147 escaños pasaría a situarse entre 146 y 158. El gran terremoto se produciría internamente, pues Albert Rivera pagaría una altísima factura por su obstinación hasta el último minuto en el veto a Sánchez.

La debacle de Ciudadanos podría precipitar al partido naranja desde los 57 escaños actuales hasta los 13-17. Además, en el último mes, Cs ha cedido otros dos puntos y medio, y a duras penas llegaría al 8% de los sufragios. Es el partido que más indecisos tiene entre su electorado (el 39,2%) y solo uno de cada cuatro votantes le garantizan su apoyo a una semana de las elecciones.

Por el contrario, un 17,3% de quienes votaron a Cs en abril tienen intención de hacerlo ahora por el PP; un 8,6% por Vox, y un 6,6% por el PSOE. Rivera es, además, el candidato peor valorado entre sus propios simpatizantes, y su nota en el conjunto del electorado (3,6) solo la empeoran Rufián (3,3) y Santiago Abascal (3).

Mientras tanto, el PP y Vox se frotan las manos. Pablo Casado, cuyo liderazgo se cuestionó tras las elecciones de abril, se resarciría ahora recuperando una veintena de escaños: de 66 pasaría a 84-88, con el 19,5% de las papeletas, el mismo porcentaje de hace un mes. Aunque su fidelidad de voto es alta (63%), un 14% de sus electores migraría al caladero de la extrema derecha.

Vox acapararía prácticamente todas las fugas de voto del PP y de Cs, lo que permitiría a Abascal duplicar su registro de abril y escalar hasta la tercera posición, con el 14,2% de sufragios y 49-53 diputados (ahora tiene 24). Son cuatro puntos más que hace un mes, cuando los ultras, antes de la sentencia del 1-O y de la exhumación de Franco, apenas mejoraban su marca actual. Ocho de cada 10 votantes de Vox en abril revalidarían ahora su confianza en Abascal, que es el líder mejor valorado entre su propio electorado, aunque también el que saca peor nota global, con un 3.

UN POCO MÁS MOVILIZADOS / Así las cosas, los indicadores de movilización electoral cara al próximo domingo mejoran algo respecto a un mes atrás, pero siguen por debajo de los registrados en las encuestas previas a los comicios de hace seis meses. Cataluña es, después de la Comunidad Valenciana, la autonomía donde más electores aseguran que acudirán a votar, lo que permite pronosticar una movilización del voto independentista mayor que en anteriores elecciones generales.

El 78,6% de los españoles aseguran que votarán el 10-N, siete puntos más que antes de la sentencia del procés y la exhumación de Franco.

Por electorados, los que más garantizan su participación son quienes votaron en abril a Vox y a JxCat. Para tres de cada cuatro entrevistados, estos comicios son muy o bastante importantes, y lo son especialmente para quienes prevén elegir papeletas de izquierdas.