Almodóvar del Río está más cerca de convertir La Breña en el pequeño mar interior de Córdoba, para lo que ya inició, aunque sin culminar este año, los trámites para que se autorice la actividad del baño, un proceso que se retomará en el 2018. Mientras, se multiplican las iniciativas públicas y privadas en torno a La Breña, un entorno que además pasará a ser clave en el segundo Plan Estratégico de Almodóvar del Río, ha informado a este periódico la alcaldesa de la ciudad, Sierra Luque.

La regidora almodovense ha dado cuenta de los ambiciosos planes en torno a la Breña coincidiendo con los últimos datos divulgados por Consejería de Salud de la Junta de Andalucía sobre la calidad de las aguas de baño andaluzas tanto de costa como continentales, en las que no aparece ni un solo punto de Córdoba ya que, formalmente, no se encuentra permitido el baño en ningún entorno natural cordobés, incluido el embalse de La Breña.

PROHIBIDO PERO PROMOVIDO / Eso sí, el que no esté permitido en los embalses cordobeses el baño no significa que ello sea perseguible (para eso haría falta una ordenanza específica sancionadora del ayuntamiento correspondiente) o que la actividad sea peligrosa, más aún en La Breña, donde «según los últimos análisis, el agua hasta casi se podría beber», informa la alcaldesa de la localidad.

Más aún: en vez de «prohibición de baño» casi podría hablarse de todo lo contrario, a juzgar por la animación que se vive en el entorno de La Breña, los planes municipales como la adecuación de accesos para conseguir la autorización formal para el baño en el 2018, actividades emblemáticas y plenamente consolidadas como el triatlón Califas de Hierro o eventos tan tradicionales como la procesión de la Virgen del Carmen. Otro ejemplo: el proyecto de barco impulsado por energía solar con capacidad para 15 pasajeros que ya ha empezado sus viajes en el pantano y que prevé a principios de otoño, confía la alcaldesa, en tener permiso para un tour entre algunos de los más desconocidos paisajes de Andalucía desde una butaca a ras de agua única, destaca la regidora.

EN LUCENA... PLAYA / Sin embargo, el caso de La Breña no es único en el futuro paisaje marítimo cordobés, valga tan peculiar expresión. Y es que, previsiblemente, en el 2018 también logrará todos los permisos oficiales la playa fluvial de la aldea lucentina de Jauja, después de haber estado a punto de conseguirlo este año aunque al final el proceso tendrá que esperar una temporada más. Todo ello tras un esfuerzo de años y con una inversión de 200.000 euros para acondicionar esta zona de la ribera del Genil. Sin embargo, como se ha dicho, habrá que esperar al próximo año para cumplimentar todos los trámites y ejecutar las mejoras que aún se exigen. Para ello, la Diputación está colaborando en la redacción del proyecto de actuaciones finales, por ejemplo, para que los accesos sean totalmente seguros según las estrictas normativas.

EN IZNÁJAR, A ‘TOPE’ / Capítulo aparte está la playa de Valdearenas, en el pantano de Iznájar, que desde hace ya tiempo es toda una playa interior y un reclamo turístico no solo para los andaluces, sino incluso para visitantes extranjeros atraídos por las peculiaridades del entorno. Oficialmente tampoco está permitido el baño en el embalse, y así lo advierte, como es su obligación, el Ayuntamiento de Iznájar mediante carteles. Sin embargo, alrededor de las actividades acuáticas se ha generado toda una una pequeña-gran industria turística. La alcaldesa en funciones, Piedad Dolores Campillo, ha informado de que también se quieren acometer mejoras, como accesos adaptados a personas discapacitadas, diversas obras de acondicionamiento o un proyecto de embarcadero, antes de solicitar a la Junta que autorice formalmente el baño en este popular entorno.